viernes, 13 de junio de 2014

El fotoreportero clandestino

La muerte de cientos de inmigrantes africanos en los naufragios de barcazas cerca de la isla de Lampedusa ponen el foco sobre la realidad de la inmigración irregular en el Mediterráneo, una tragedia que se ha cobrado 25.000 víctimas en los últimos veinte años

Mohamed Keita, que llegó a Italia desde Costa de Marfil después de 3 años de viaje como clandestino, trabaja ahora para cumplir su sueño de convertirse en fotógrafo y acercar a los demás la realidad de las personas que sufren




El mar está lleno de muertos. Venga aquí a mirar el horror a la cara. Venga aquí a contar los muertos conmigo”, instaba la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, al primer ministro italiano, Enrico Letta, instantes después del naufragio de una barcaza cerca de la isla con 500 inmigrantes africanos clandestinos a bordo. Entre este accidente del día 3 de octubre y otro acontecido una semana más tarde en aguas maltesas, el mes pasado murieron ahogados en el Mediterráneo más de 400 inmigrantes que intentaban llegar a Europa. Los dos siniestros, sobre todo el de Lampedusa, que ha sido uno de los más dramáticos de los últimos años, han vuelto a sacudir las conciencias de los ciudadanos europeos. Y la ola de indignación llegó hasta los medios de comunicación, que se llenaron de palabras como tragedia, horror, vergüenza o rabia y no dudaron en denunciar las contradicciones y las malas políticas migratorias de la Unión Europea.
Pero quizás la palabra que más tiempo permanezca después de todo sea la de indiferencia, porque esta tragedia de la inmigración clandestina hace ya años, más bien décadas que dura, y sin embargo nunca ha estada combatida en serio. De hecho, tres semanas después de los sucesos los dirigentes reunidos en el Consejo Europeo en Bruselas decidían aplazar cualquier reforma sobre la política migratoria comunitaria hasta después de las elecciones presidenciales europeas de mayo de 2014, mientras la Guardia costera italiana rescataba a otros 775 inmigrantes a bordo de cinco embarcaciones en el Canal de Sicilia.
Solemos presentar a aquellos que sufren como seres molestos, quizá para apartar la idea de que algo similar pueda ocurrirnos algún día a nosotros, como ya nos sucedió en el pasado: así es el sentimiento que preside nuestra relación con África, un sentimiento no admitido de que es preferible ignorar lo que no podemos soportar, ignorarlo, también, porque de saberlo no podríamos soportarnos a nosotros mismos”, escribía años atrás uno de los reporteros españoles más conocedores del continente, Bru Rovira, en su libro Áfricas; Cosas que no pasan tan lejos. Bru Rovira tiene razón: geográficamente tan solo 260 km separan Lampedusa del norte de África y aún más cerca están Andalucía y el norte de Marruecos. Pero sin embargo el Mediterráneo se ha convertido en una frontera insalvable y una herida abierta de las desigualdades entre el norte y el sur del mundo. Cada año, según Naciones Unidas, 1.500 personas pierden la vida en sus aguas intentando alcanzar el “sueño europeo”. 25.000 víctimas en los últimos 20 años.

Los italianos tienen miedo de los africanos porque no nos conocen y cuando no conoces a alguien es muy difícil que puedas confiar en él”, piensa Mohamed Keita, un joven de Costa de Marfil que lleva más de tres años viviendo en Italia, donde llegó como inmigrante clandestino. Por eso Keita, que ha vivido el horror en primera persona, quiere ahora dar voz a la gente que sufre y acercar sus historias a los demás mediante sus fotografías. Conocí a Keita esta pasada primavera en Roma, en un evento donde se presentaban públicamente proyectos socio-laborales auto-organizados por inmigrantes y refugiados como modelos alternativos a las pobres políticas de inclusión social del estado italiano ­–la UE destina la mayoría de sus fuerzas en defender sus fronteras, sobre todo las exteriores. Así entre el 2007-2013 Italia ha recibido 478 millones de euros solamente para gestionar los flujos migratorios y de solicitantes de asilo-.
Entre todos los proyectos destacaban un grupo de africanos que hacían yogurt ecológico y lo vendían en los mercados; otro grupo que hacía cocina étnica o el mismo Keita, que exponía su trabajo foto-periodístico. Todos ellos eran ahora personas con una vida y un proyecto en Roma pero que años atrás podrían haber terminado en uno de los 350 “ataúdes sin nombre” de Lampedusa del mes pasado. Keita reconoce que él tuvo suerte y que, gracias a Dios, sobrevivió al viaje y puede ahora estar luchando por cumplir su sueño en Europa.
El viaje fue muy difícil y sufrí mucho. Pero a pesar de todo nunca tuve miedo porque no tenía nada que perder”, argumenta Keita. Cuando tenía 10 años perdió a sus padres durante la Primera Guerra Civil de su país, que duró del 2002 al 2007. Al principio su hermano mayor se hizo cargo de él hasta que abandonó Costa de Marfil y lo dejó con su tío. “Cuando venían los rebeldes o los militares a mi pueblo mi tío se iba sin mí. Él no se preocupaba por mí y cómo no tenía a nadie y me sentía muy solo decidí irme”, recuerda Keita. Emprendía entonces, con tan solo 14 años, una travesía que le llevaría a cruzar por Guinea, Mali, Argelia, Libia, Malta y Sicilia, antes de llegar a Roma, tres años después.
“Al abandonar mi país no pensaba en llegar a Europa. Iba trabajando durante el trayecto para poder seguir avanzando. En Guinea trabajé en las estaciones de autobuses, ayudando a la gente a cargar con sus bolsas y maletas”, relata. “Después pasé rápido por Mali y Argelia y llegué a Libia, donde pasé los primeros cinco meses en prisión. Finalmente pude escapar y fui a Trípoli, donde trabajé seis meses en la construcción. Vivíamos en comunidades de paisanos y amigos de Gambia o Senegal que también estaban preparándose para cruzar. Al final, con los 1.000 dólares que gané me compré un pasaje en el barco”, cuenta Keita. La patera lo condujo hasta Malta, donde nada más llegar lo retuvieron en un centro de acogida para extranjeros. Al cabo de unos meses, cuando lo liberaron, logró esconderse en el maletero de un coche y llegar en barco hasta Sicilia.
Así fue mi viaje. Fue un momento de mi vida muy difícil pero al mismo tiempo interesante porque aprendí muchas cosas y conocí a mucha gente”, afirma Keita. “Si nunca has salido de tu casa y no has tenido que enfrentarte a dificultades no sabes cómo relacionarte con los demás. Los problemas son lecciones en la vida y yo ahora no sería quien soy si no hubiera hecho este viaje”. Keita hace buena esa frase que dice que viajar endurece el cuerpo y ablanda el alma. Quizás por esto se entiende que, con tan solo 22 años, hable y actúe como alguien que estuviera llegando al final de su vida y hubiera hecho las paces consigo mismo y con el mundo. Keita es una persona tranquila y con sentido del humor. Su aspecto es afable, apenas llega al metro sesenta de estatura y va con la cabeza rapada. Tiene unas facciones muy redondas, una sonrisa relajada y una mirada muy expresiva y cuando habla de fotografía y de sus proyectos como reportero los ojos se le llenan de emoción. Siempre que nos vemos lleva colgada la cámara réflex al cuello y aunque no esté tomando fotos siempre está atento a su entorno. “Mira esa viejita del balcón como nos mira…”, me dijo un día que paseábamos por el centro de Roma.
Solamente cuando recuerda su pasado cambia el tono de voz y la expresión, agacha a menudo la mirada y las palabras se le rompen en la boca…aunque aun así es capaz incluso a veces de reírse de ciertas situaciones, cómo cuando se acuerda de todas las cosas que la demás gente que iba con él en el barco decía: “¡la gente decía muchas palabrotas! Es que cuando tienes miedo llegas a decir cosas que ni te imaginas. Hahaha”.
Conversar con Keita siempre es una clase magistral sobre respeto, humildad y fe en la vida y te provoca una sensación muy extraña escuchar a alguien hablar así después de haber sufrido tanto. Es tan fuerte el sentimiento que notas como si se te hinchara el corazón de reverencia a la vez que se te agrieta de rabia y vergüenza. “Keita es un chico muy especial y un referente dentro de nuestra organización”, afirma el director de Cívico Zero, una ONG que actúa como un centro diurno para Menores Extranjeros No Acompañados en Roma. “Tiene una gran sensibilidad y ha hecho una evolución estupenda con la fotografía, a pesar de no tener ni los estudios básicos”, añade el director. Precisamente fueron los mismos educadores de esta ONG quienes rescataron a Keita de las calles de Roma.
Cuando llegó a la capital italiana Keita pasó sus primeros meses viviendo en el arcén de una de las calles cercanas a la Estación de tren de Termini, situada en el centro de la ciudad y que por la noche se convierte en la cama de decenas de personas, la mayoría extranjeras. Cívico Zero no solo lo sacó de allí sino que recurrió la orden de expulsión que el gobierno italiano le había impuesto alegando que había intentado falsificar su edad. Gracias al recurso de la ONG le repitieron las pruebas radiológicas, dando como resultado que Keita era menor de edad, y de esta manera le retiraron la orden de expulsión y pudo entrar en el sistema de acogida para extranjeros menores no acompañados. Fue en ese instante cuando de alguna manera terminaba su calvario, ponía los pies en tierra firme y daba los primeros pasos de una nueva vida. Y en esta nueva vida es donde nació su vocación como fotoperiodista.
“Todo empezó con esta fotografía: Vivo en Termini. Fue una de las primeras que hice cuando me regalaron la cámara compacta y aún vivía en la calle. En la imagen se puede ver el cartón donde dormía, las dos mantas que usaba, una para ponerla encima del cartón y la otra para cubrirme, y mi mochila, que llevaba conmigo a todas partes ­–describe Keita a la vez que me enseña la imagen–. Ahora la mochila está casi destruida pero todavía la guardo porque me gustaría poderla presentar algún día en público, en un lugar con una atmosfera muy distinta a la de Termini para intentar acercar mi historia a gente que nunca haya tenido que vivir algo parecido”.

Su imagen Vivo en Termini, que en un principio tomó solamente como recuerdo de lo que tuvo que vivir en aquella época, captó la atención de una de las educadoras del Centro diurno, Diana Balmori, que la llevó hasta una exposición en Nueva York. A raíz del éxito de esta imagen Keita empezó a desarrollar su pasión y técnica fotográfica en las clases gratuitas para inmigrantes que se impartían en Cívico Zero. Con el tiempo ganó algunos concursos en Italia e inició un proyecto personal de fotoperiodismo, Pies, maletas y zapatos, para retratar las personas que viven en la Estación de Termini. Él había pasado por lo mismo y confiesa que tenía ganas de contar esa realidad tan olvidada: “la gente cuando pasa por enfrente de la estación nos mira mal y cree que les molestamos y damos una mala imagen de la ciudad. Pero en realidad ellos también nos molestan a nosotros, porque esa es nuestra casa y vas oyendo constantemente las pisadas de la gente que pasa por allí”, defiende Keita. “Muchas veces la gente me miraba como si estuviera loco…Pero no estoy loco, solamente he tenido que pasar por algunas dificultades”, prosigue. Este proyecto era precisamente el que presentaba cuando nos conocimos y que le llevó 2 años de trabajo, porque dice que le gusta hacer las fotografías con calma, respetando y conociendo a las personas con las que trabaja.
Hay mucha gente que se piensa que los inmigrantes no sabemos hacer nada. Sí que sabemos, pero es muy difícil para nosotros encontrar una estabilidad y poder hacer bien las cosas –comenta-. Todo el mundo puede tener problemas en algún momento dado de su vida. Y ahora mismo, debido a la crisis, hay también mucha gente con problemas en Europa. Para mí lo mejor es ayudarnos los unos a los otros, pero hoy en día la gente solo piensa en el dinero”.
Después de todo, Keita sigue viviendo en Roma, donde ha encontrado trabajo en un albergue, enseña fotografía voluntariamente a otros inmigrantes menores de edad en Cívico Zero, estudia para sacarse la secundaria y sigue desarrollando sus proyectos personales de fotografía, el último una serie sobre las fuentes de agua de la capital italiana. “Si haces las cosas bien y con corazón creo que al final tienes la recompensa, pero las oportunidades no pueden llegarnos a todos en el mismo momento”, concluye. Después de todo lo vivido, Keita aún sigue pensando que donde hay cosas feas también existen cosas buenas. Y por esto, si Dios le ayuda, le gustaría dedicarse al foto-periodismo para poder viajar a otros países y retratar la realidad de esos lugares. “Yo quiero contar la realidad, o sea, cómo viven las personas”, matiza Keita. Su siguiente proyecto es volver a Costa de Marfil y recorrer de nuevo la ruta que hizo como inmigrante clandestino, pero esta vez con su cámara de fotografía colgada al cuello. 

Fuente: Periodismo Humano







miércoles, 14 de mayo de 2014

COSAS QUE NADIE DICE A LAS PERSONAS HETEROSEXUALES*

*Personas heterosexuales son aquellas que sienten atracción romantica y/o sexual hacia personas de otro sexo. Las personas homosexuales sienten atracción hacia personas del mismo sexo.

Los privilegios son beneficios que alguien tiene por seguir las normas de lo que se considera como la mejor forma de estar en la sociedad. Como heterosexual tienes privilegios por los que las personas homosexuales tienen que luchar cada día. Esta lista trata de combatir la heteronormatividad dando la vuelta a preguntas que suelen dirigirse a personas homosexuales. ¿Alguna vez te has enfrentado a estos comentarios? Lee la lista e intenta reconocer tus privilegios:

1.- Asi que, ¿Cuándo decidiste hacerte heterosexual?
2.-  ¿Cómo lo haces cuando tienes relaciones sexuales?
3.-  Una noche conmigo, y dejarás de ser heterosexual.
4.- ¿Qué opinas del matrimonio entre personas de distinto sexo?
5.-¿Cómo sabes que no eres gay si nunca lo has probado?
6.- Aaaaagh, eso es taaaaan hetero! Sin ofender ¿eh?
7.- ¿Cuál crees que es la causa de la heterosexualidad?
8.-¿No te preocupa que tus hijos se hagan heterosexuales?
9.-Sin heterosexualadas, tío.
10.- No tengo ningún problema con los heterosexuales, pero…


La homofobia no es un Derecho Humano. Combate la homofobia, defiende los derechos Humanos.



                        17 de Mayo Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia





martes, 8 de abril de 2014

Día Internacional del Pueblo Gitano:Exigir justicia y protección frente a la violencia



La policía empuja hacia atrás a los participantes de una marcha del odio, después de que atacaran una zona donde viven muchas familias gitanas, en República Checa © Gustav Pursche
Los Estados europeos no están reduciendo la discriminación, la intimidación y la violencia contra los gitanos y, en algunos casos, incluso las alimenta, ha declarado Amnistía Internacional  hoy, 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano.
“Existe un acusado aumento de la frecuencia de la violencia contra los gitanos en Europa en los últimos años. La respuesta a este alarmante fenómeno es deplorablemente insuficiente. Es inaceptable que en la Europa moderna algunas comunidades gitanas vivan bajo la amenaza constante de la violencia y de ataques que recuerdan a los pogromos”, afirma John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Con demasiada frecuencia los líderes europeos ceden a los prejuicios que alimentan la violencia contra los gitanos calificando a estos de antisociales y no deseados. Aunque condenan en general los ejemplos más descarados de violencia contra los romaníes, las autoridades son reticentes a reconocer su alcance y lentitud al combatirla. Por su parte, la Unión Europea es reacia a cuestionar a los Estados miembros por una discriminación sistémica de la comunidad gitana que es evidente.”
El informe de Amnistía Internacional titulado "We ask for justice”: Europe’s failure to protect Roma from racist violence examina los actos de violencia y hostigamiento motivados por el odio que autoridades y ciudadanos corrientes perpetran contra los gitanos en la República Checa, Francia y Grecia, ilustrando así los motivos de preocupación de la organización en todo el continente.
“En muchas ocasiones, los organismos encargados de hacer cumplir la ley no impiden los ataques racistas ni garantizan que los motivos de odio se investigan adecuadamente y que los perpetradores responden ante la justicia de sus actos. El hecho de que las actitudes racistas sigan estando arraigadas en muchas fuerzas policiales se niega más que se aborda”, añade John Dalhuisen.
Los gobiernos de toda Europa dan la espalda a los gitanos de muchas formas. La discriminación, los desalojos forzosos, la segregación y la educación de calidad inferior son la norma en muchos países.
“La Unión Europea tiene a su disposición todo un arsenal legislativo para garantizar que se abordan la violencia discriminatoria y la discriminación en general. Sin embargo, la Comisión Europea, responsable de supervisar la aplicación de las leyes de la UE en los Estados miembros, no ha adoptado hasta ahora medidas claras y resueltas para abordar la discriminación y la violencia contra los gitanos en los Estados miembros”, declara John Dalhuisen.
Amnistía Internacional pide a los gobiernos nacionales y a la Unión Europea que se comprometan, visiblemente y sin reservas, a erradicar la lacra de la discriminación, la intolerancia y la violencia contra los gitanos en toda la región. 
República Checa
Durante el verano y el otoño de 2013, los grupos ultraderechistas checos realizaron una serie de protestas contra los gitanos en decenas de pueblos y ciudades del país. Las protestas significaban el hostigamiento sistemático de las comunidades gitanas.
Entre junio y octubre de 2013, los extremistas de ultraderecha y los residentes locales hicieron marchas periódicas por la ciudad de Èeské Budìjovice hasta un complejo de viviendas sociales tras un conflicto en un parque infantil entre adultos gitanos y no gitanos.
Štefan, gitano, contó a Amnistía Internacional: “Algunas personas no se dan cuenta de que [durante las manifestaciones, los gitanos] tienen que quedarse en un lugar, de que los niños […] tienen miedo. Esto dura el día entero y deja traumas […] Nadie merece vivir algo así. La gente vivió esto durante la guerra y creo que en el año 2013, en el siglo XXI, no tenemos que volver a vivirlo.”
Francia 
Tras huir de la discriminación en su país, muchos de los 20.000 romaníes de Francia viven en asentamientos informales donde rara vez tienen acceso a servicios básicos como el agua y el saneamiento. A menudo se los desaloja forzosamente de sus viviendas, hostigados por la policía u otros ciudadanos, y a veces son atacados.
La noche del 22 de noviembre de 2011, la policía acudió al asentamiento informal situado junto a la iglesia de St. Martin D’Arenc, en Marsella, para desalojar forzosamente a las 10 familias gitanas que vivían allí. Al parecer, lanzaron gas lacrimógeno dentro de las tiendas donde dormían los niños y luego destruyeron las tiendas y otras pertenencias personales.
R. fue golpeado por la policía. Dijo: “Quise huir, pero no podía ver nada, sólo vi una puerta delante de mí, traté de salir por allí, pero en cuanto me acerqué, tuve la sensación de que me había roto la pierna y luego no recuerdo nada más”. R. fue operado por rotura de fémur y pasó seis meses en un centro de rehabilitación.
Los migrantes gitanos de Marsella no suelen denunciar los casos de hostigamiento y violencia porque no confían en la policía o por miedo a ser victimizados de nuevo. S., trabajador social romaní que vivía en un asentamiento informal, dijo: “Los romaníes tienen realmente miedo de la policía; suelo llevar a los niños al hospital para que les den tratamiento médico y tienen miedo cada vez que ven a la policía en el camino.”
Grecia 
Los gitanos que viven en Grecia —entre 250.000 y 350.000— sufren un trato discriminatorio desde hace generaciones.
Durante 2012 y 2013 hubo una serie de ataques que recordaban a los pogromos contra una comunidad gitana de Etoliko, un pueblo del oeste de Grecia.
Irini contó a Amnistía Internacional cómo vivió el ataque cometido el 4 de enero de 2013 por unas 70 personas que arrojaron cócteles molotov, piedras y tablones de madera a sus casas: “Cuando les vi venir, agarré a mis hijos y nos encerramos en la casa. Mis hijos lloraban, gritaban […] Estaba asustada. Miré por la ventana y conocía a la mayoría de ellos, crecimos juntos. Lanzaron una botella de vidrio por la ventana y prendieron fuego a la casa.”
Seis casas y cuatro coches ardieron por las bombas incendiarias o resultaron con daños por obra de los atacantes ese día. Varios romaníes dijeron a Amnistía Internacional que se sintieron traicionados por la policía. Uno de ellos declaró: “Vi sólo dos policías desde dentro de la casa […] Simplemente miraban y pedían a la gente que parase. No hicieron nada más que eso.”

Periodismo Humano.org

jueves, 20 de marzo de 2014

21 de Marzo - Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial


                                                  
                                

NOTA DE PRENSA
21 de Marzo: Impidamos el avance de la Xenofobia y del Racismo

En el Día Mundial contra el Racismo,  constatamos el aumento de la xenofobia social en un contexto de elevado paro y crisis económica,  el peligro de deshumanización de las políticas migratorias, el crecimiento de las organizaciones racistas y neonazis en todo el continente y el alarmante avance del populismo xenófobo y del discurso de odio ante las próximas elecciones europeas. Movimiento contra la Intolerancia pide a las instituciones que pongan fin a su indolencia al respecto, impulsando medidas y políticas eficaces frente a la xenofobia, que proteja a las víctimas de odio racista y de delitos de intolerancia;  reclama a los líderes europeos reforzar la legislación y que pongan en práctica medidas efectivas de protección de los colectivos vulnerables.

El aumento de la xenofobia social en España, como en Europa, es un hecho y no admite duda alguna. En un contexto de crisis económica y elevado paro,  la intolerancia xenófoba encuentra su mejor oportunidad y pese a los esfuerzos que se realizan, especialmente la sociedad civil, la demagogia, el prejuicio, el odio y  la discriminación, el populismo y las ofertas políticas que vulneran los derechos humanos de los inmigrantes, gitanos y otras minorías sociales se presentan de forma abierta y arrogante. La peligrosa deshumanización que se está produciendo en todos los países europeos y que en España tiene su reflejo en las fronteras alambradas con cuchillas y los trágicos sucesos donde perecieron 15 inmigrantes, en esos CIES denunciados por las instituciones internacionales y en otras actuaciones que van desde las identificaciones por perfil racial al retroceso en los derechos sanitarios, viene a decir  poco respecto a los valores humanistas y democráticos que fundamentan la existencia política y social de la Unión  Europea.

Otro grave problema, acompañado de una indolencia institucional inexplicable, es el  crecimiento de las organizaciones racistas y neonazis así como de sus actividades sin la debida respuesta preventiva y punitiva. La propaganda que despliegan, especialmente el discurso de odio en Internet, resulta muy visible y se constatan mas de 1.500 “sites” (webs, blogs, foros, canales, redes sociales..), complementados con una presencia ostentosa y agitadora en los fondos Ultras de los campos de futbol, pese a existir una legislación que lo prohíbe. El discurso de odio, esa propaganda que precede a la acción, tiene consecuencias en términos de delitos y víctimas, que aún en nuestro país están escasamente registradas, en contraste con los 60.000 incidentes y delitos que reconoce el Reino Unido, los 10.000 que reconoce Alemania y los 6.000 que reconoce Suecia. En España solo se reconocen unos cientos. Las Instituciones Europeas, a través de la FRA (Agencia de Derechos Fundamentales) insiste que el 90% de las agresiones a inmigrantes no se denuncian, el 20 % de los subsaharianos y gitanos han sido agredidos y el 33% de los judíos han sufrido agresiones físicas y verbales  (especialmente en Europa del este), sin olvidar la estigmatización de musulmanes, homosexuales y ataques a las personas “sin techo”. Los delitos de odio son una realidad flagrante, criminal, que hay que neutralizar.

Movimiento contra la Intolerancia  advierte que las próximas elecciones europeas el populismo xenófobo, la intolerancia y el odio racista pueden  obtener un resultado inquietante y reclama intervenir para reducir el  rechazo a la diversidad y proteger a inmigrantes, gitanos, homosexuales, judíos, musulmanes y otros colectivos víctimas de la intolerancia creciente reflejada en las encuestas.  También reclama al Gobierno el cierre de webs racistas y xenófobas pues “lo que es ilegal fuera de la red también lo es en Internet”, la no autorización de conciertos  neonazis,  la erradicación de grupos racistas en las gradas ultras del futbol y  adecuar nuestro insuficiente Código Penal  a la Decisión Marco de la Unión Europea contra el Racismo y la Xenofobia, que aún está pendiente.   Además reclama  impulsar la formación de los operadores jurídicos y fuerzas de seguridad en materia de racismo, intolerancia y delitos de odio.


Madrid 20 de marzo de 2014

viernes, 14 de marzo de 2014

Morir por Ser Mujer



En 1996 Marcela Lagarde, antropóloga feminista Mexicana, señala que los crímenes contra mujeres que se estaban produciendo en Ciudad Juárez (México) eran feminicidios. Fue la primera vez que se utilizó este término en América Latina y sentaría un precedente para el resto de países de la región.
No es hasta 1993 cuando en Ciudad Juárez la sociedad civil comienza a contabilizar y denunciar que hay un gran número de mujeres y niñas desaparecidas, muchas de las cuales se hallarán muertas, violadas y/o mutiladas, sin que el Estado hiciera nada para investigar y castigar estos delitos.
A partir de entonces, las madres de las víctimas se empiezan a organizar para exigir justicia, y ante la negativa de ser escuchadas por la autoridad en México, alzaron la voz a nivel internacional. Eso hizo posible que los ojos del mundo se fijasen en Ciudad Juárez. A partir de esta experiencia en otras partes del mundo, sobre todo en América Latina, se empezarán a registrar los feminicidios, concepto que designa un homicidio violento de una mujer, por el simple hecho de ser mujer.
En noviembre de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) imparte la primera y única sentencia emitida por este Tribunal sobre feminicidio. Sentó un precedente en términos jurídicos, porque señala la implicación que tienen que tener los Estados a la hora de la prevención, la investigación y la sanción de la violencia contra las mujeres. “No existe una convención internacional que establezca cuáles son las obligaciones de los Estados para la prevención y la sanción de la violencia contra las mujeres, por lo que esta sentencia refleja este consenso, al menos discursivo, de que la violencia tiene que ser condenada”, argumenta la mexicana Karla Michel Salas, presidenta de la Asociación de Abogados Democráticos, experta en litigio estratégico y abogada del caso conocido como ‘Campo Algodonero’.
El Parlamento Europeo en el año 2010 emitió una resolución donde reconoce la sentencia de la Corte Interamericana e invita a los países de América Latina, e incluso europeos, a que utilicen esta resolución como una guía de buenas prácticas para la erradicación de la violencia contra las mujeres.
“La sentencia en sí misa representa un logro histórico: sentar al Estado mexicano en el banquillo de los acusados y decirle tú eres culpable por la muerte de estas mujeres. Pudiste haberlo evitado porque tú debiste haberlo prevenido, investigado y sancionado, es un avance y una satisfacción para las familias de las víctimas” (…) “A partir de esta sentencia en México logramos tipificar el feminicidio. México es un Estado Federal, somos 32 entidades federativas, eso significa que cada entidad tiene su propio Código Penal. Desde la sentencia hasta la fecha, hay 30 entidades federativas que han reconocido en su propio Código Penal el feminicidio. Además se han elaborado varios protocolos para investigar este delito; hemos insistido en la elaboración de políticas públicas y que se destinen recursos para atender las causas estructurales que originan este tipo de crímenes. En eso hemos avanzado, aunque evidentemente no vamos a terminar hasta que ninguna mujer muera. Eso es lo que buscamos”, asegura Karla Michel Salas.
Este logro se debe al trabajo de asociaciones civiles como ‘Nuestras Hijas de Regreso a Casa’ formada en el año 2001 y presidida por Norma Esther Andrade cuya hija fue secuestrada, torturada y asesinada. A esta asociación se fueron sumando otras madres que como ella habían perdido a sus hijas de forma terrible y exigían justicia.
‘Nuestras Hijas de Regreso a Casa’ se ha diluido de Ciudad Juárez en la actualidad, no por cumplir el objetivo marcado como asociación, sino porque hay un número elevado de amenazas sobre sus integrantes. En el 2011Norma Andrade recibió 5 disparos a las afueras de su casa, a los que milagrosamente sobrevivió. Se trasladó a Distrito Federal (México) donde sufrió otro atentado, lo que la llevó a mantenerse en paradero desconocido. En el caso de Marisela Ortíz, cofundadora de la organización, se encuentra tramitando su asilo político a EEUU por las amenazas y hostigamientos que viene sufriendo. Desde 2008 los integrantes de la asociación tienen medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Trabajar en la defensa de los derechos humanos en México no ha sido fácil, aunque en Ciudad Juárez se ha complicado aún más”, comenta Karla Michel Salas al respecto.
En 25 años se han asesinado en México 36 mil 600 mujeres. En Ciudad Juárez (una localidad) fueron asesinadas 1.488 mujeres en el mismo período de tiempo, llevándose a cabo el 60% de estos homicidios en los últimos 5 años.
“Del 30% de los feminicidios que se comenten en México, el Estado tiene identificados a los responsables. La impunidad entonces tendría que ser del 70%. Sin embargo, el nivel deimpunidad en los feminicidios de acuerdo a las investigaciones realizadas es del 99%. Es decir, las autoridades, aún sabiendo quién fue el responsable, ni así investigan. Por tanto estamos hablando de una situación estructural de violencia y de impunidad muy grave”, apunta Karla Michel Salas.
Karla Michel Salas, presidenta de la Asociación de Abogados Democráticos, experta en litigio estratégico y abogada del caso conocido como ‘Campo Algodonero’ (RMH) 
Desde el año 2007 al 2008 se inicia en Ciudad Juárez una guerra que enfrenta al cártel de Sinaloa (hasta hace poco liderado por el Chapo Guzman) contra el cártel de Juárez. “El Estado Mexicano decidió implementar como estrategia de seguridad mayor intervención policial y mandar más armas a una ciudad que prácticamente vivía armada. Como resultado se dieron más de 1.000 mujeres asesinadas en los últimos 6 años”. Para Salas, no es el narcotráfico el origen de los feminicidios, ya que estos crímenes están motivados por la desigualdad y por una abuso de poder que históricamente han ejercido los hombres contra las mujeres, pero el crimen organizado es un elemento que ha generado el incremento de los mismos. “De los 1.488 feminicidios en Ciudad de Juárez cometidos en los últimos 25 años, el 60% se han cometido del año 2008 hasta la fecha”.
Ciudad Juárez fue la ventana al feminicidio para América Latina, sin embargo, los datos que arroja El Salvador son muchísimo más elevados: en un país cuya población es alrededor de 6 millones de personas, han sido asesinadas 5.015 mujeres en 15 años.
“En toda la región latinoamericana hay un problema subyacente: economías que han empobrecido a nuestra ciudadanía; economías que son ciegas e invisibles a las necesidades de las mujeres y de las juventudes. Se suelen hacer análisis simplistas que concluyen que como América Latina es pobre, es por eso por lo que pasan estas cosas. Eso no es cierto. América Latina en las dos últimas décadas logró aumentar indicadores importantes de desarrollo como el acceso a la educación, a la salud y la reducción de la pobreza extrema. Pero no es un tema solo de pobreza, es un tema de igualdad, de sociedades equitativas. La región más desigual en el mundo es América Latina y eso tiene que ver con un impacto de hegemonías que ven a América Latina como el patio trasero de los desechos”, quien lo cuenta es Silvia Juárez, directora del programa Hacia una vida libre de violencia para las mujeres de la Organización de Mujeres Salvadoreñas (ORMUSA) 
Silvia Juarez, Directora del programa Hacia una vida libre de violencia para las mujeres de la Organización de Mujeres Salvadoreñas (RMH)
En El Salvador desde 1999, año en el que se empiezan a contabilizar los feminicidios, hasta 2009 la tasa creció un 194%. Menos del 1% de los casos de violencia feminicida contra las mujeres tienen condena.
Si los cárteles en México ha profundizado la problemática, en El Salvador lo ha hecho las pandillas y maras. Según Juárez, las mujeres son asesinadas como parte de un ritual de iniciación de los pandilleros y forman parte de estas estructuras de forma obligada.
El tema de las armas ilegales que circulan por el país, es otro de los factores que han favorecido el incremento de los  feminicidios. En El Salvador hay al menos 2.2 millones de armas circulando de forma ilegal. “Hay causa directa entre sociedades armadas y la pérdida de la vida de las mujeres. Hay un 272% de posibilidades de que una mujer pierda la vida cuando hay un arma en casa”.
La seguridad privada es un negocio en este país centroamericano, tal y como cuenta Juárez: “Al menos existen 300 empresas de seguridad en El Salvador que llegan a ocupar hasta 18 mil efectivos civiles armados, libres de entrenamiento y sin controles estatales frente al uso de armas, controladas en su mayoría por militares retirados tras el conflicto armado y que ejercen una violencia directa contra las mujeres. Empresas privadas dedicadas al cuidado del patrimonio, protectoras de personalidades importantes, narcotraficantes… “. Según Juárez, el Estado tiene desarrollado una unidad presupuestaria a partir de los bienes que cuida: hurto y robo de vehículos, lavado de dinero, secuestros, etc. “Las unidades que cuidan del patrimonio cuentan hasta con el 60% de los recursos, pero apenas se destina un 12% del presupuesto estatal contra la violencia hacia las mujeres. Es una manera que tiene el Estado de decir: mis intereses están aquí, lo demás no me importa”.
Para Juárez las mujeres mueren de otras maneras, no necesariamente violentas, cuyas causas pertenecen a lo que se entiende como violencia feminicida.”En El Salvador está prohibida la educación sexual integral y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Cuando esto sucede las mujeres tienen un sin fin de riesgos para perder la vida o llevar una vida con muchas limitaciones. Una mujer que no puede acceder a una salud reproductiva y que es forzada a tener embarazos, seguramente no va a tener su propio proyecto de vida. El Estado quiere que las mujeres, como madres, asuman una agenda del cuidado sobre sus hombros, sin que él asuma ninguna responsabilidad. Eso es violencia feminicida” (…) “Cuando se reduce o se tienen nulos presupuestos para la prevención y la atención de las enfermedades que son causas directas de muerte en mujeres como el cáncer uterino y de mama, porque la Iglesia y los Estados fundamentalistas lo impiden, eso es violencia feminicida”.
Mercedes Hernández, presidenta de la Asociación de Mujeres de Guatemala junto a Karla Michel Salas y Silvia Juárez durante la mesa redonda ‘Femenicidio en Mesoamérica: crimen organizado, respuesta estatal e impunidad’ 
Tanto Silvia Juárez como Karla Michel Salas consideran que si bien es cierto que hay un agresor directo que priva de la vida a las mujeres, también hay un agresor estructural que nunca asume la responsabilidad y al que pocos señalan como culpable de esas muertes: el Estado. Y consideran que el nexo común más destacado que une los feminicidios cometidos en México y El Salvador es la impunidad.También lo cree así Mercedes Hernández, presidenta de la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG) e investigadora de feminicidios y violencia sexual en conflictos armados.
En Guatemala, la tendencia de los feminicidios en los últimos 15 años es al alza, aunque se mantiene una constante de aproximadamente 700 casos registrados en los últimos 6 años. Hernández considera que no existe una razón única para esta escalada de feminicidios. “Aunque las diferentes manifestaciones de la violencia feminicida tienen como denominador común la desigualdad estructural de poder entre hombres y mujeres, el resultado final es la convergencia de múltiples factores que apuntan al incumplimiento del Estado como garante de la protección de sus habitantes. En la debilidad crónica de los Estados del triángulo norte de Centroamérica se refleja su incapacidad para detener y contener la violencia legítima, permitiendo y tolerando así que las mujeres permanezcan en el fuego cruzado de los diferentes grupos armados que se disputan actualmente el territorio y la soberanía de nuestro país. Los cuerpos de las mujeres se convierten en el campo de batalla de las nuevas modalidades de conflicto armado, de la misma forma en que lo fueron durante el conflicto armado que duró casi 40 años en Guatemala y en el cual más de 100 mil mujeres fueron víctimas de violencia sexual”.
Hernández considera que el crimen organizado es una de las señas de identidad de los Estados debilitados que permiten y fomentan las altas tasas de feminicidio. Sin embargo, la relación entre ambas realidades sociales es uno de los capítulos menos explorados y teorizados a pesar de constituirse como una de las mayores preocupaciones de la población latinoamericana. “La posición geoestratégica de Guatemala, por donde transita el 80% de la droga de producción andina rumbo a EEUU, favorece el crecimiento de la economía criminal producida por las mafias que convierten a miles de mujeres y de niñas en la mercancía de las redes de trata, en cobradoras de los impuestos de guerra, en transportistas de droga, de armas y de dinero lavado, así como en propiedad sexual de los diferentes grupos armados y en niñas soldado generalmente destinadas a la extorsión y al sicariato”.
“Guatemala se enfrenta a un feminicidio de Estado”, así de categórica se muestra Mercedes Hernández, para quien solo con la connivencia y la complicidad del Estado se puede alcanzar una tasa de feminicidios como la que existe en este país centroamericano. Otra razón destacada por Hernández es el olvido de la comunidad internacional. Por ello, considera necesario que determinado tipo de feminicidios se conviertan en crímenes de Derecho Internacional. “En esta tipología el bien jurídico protegido no es la vida en lo individual, sino la humanidad en su conjunto”, afirma.
Tanto en Guatemala como en otros países de Latinaomérica ha sido esencial la visibilización de la problemática. Para ello, según Hernández, la marcada presencia social de las mujeres organizadas y del movimiento feminista ha sido el elemento clave. “Ni un sólo avance ha sido una concesión. Cada paso hacia adelante ha sido antecedido de duras batallas, materiales y simbólicas, contra un orden social que se niega a cuestionar los privilegios masculinos que sustentan el orden de desigualdad imperante”.
66.000 mujeres y niñas son asesinadas cada año en el mundo, según el informe‘Femenicide: A global problem’, publicado en 2012. De los 12 países con la tasa más alta de feminicidios, 5 son de América Latina (El Salvador, Guatemala, Honduras, Colombia y Bolivia), que superan los 6 asesinatos de mujeres por cada 100 mil habitantes de sexo femenino.
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miércoles, 5 de marzo de 2014

Entrevista a Costas Douzinas. Filósofo griego: "“Hay gran complicidad entre nazis y partes del Estado griego”



Grecia ocupa la presidencia de la UE desde el 1 de enero. Si bien es cierto que es una función más bien simbólica, ¿qué significa para Europa en su estado actual: dividida, sometida a una enorme presión, operando a distintas velocidades?
Me temo que no significa mucho. La presidencia de la UE va rotando por orden alfabético y por sorteo a Grecia le ha tocado la presidencia en el punto más bajo de su crisis. Tal coincidencia tendría cierto valor simbólico si significara que los problemas a los que se enfrenta Grecia y toda la Europa periférica fueran a añadirse a la agenda y al debate iniciado sobre el futuro de Europa. Pero eso es poco probable. El gobierno griego actual está completamente de acuerdo con las políticas de la señora Angela Merkel y del señor Barroso, y actúa como cobrador para los prestamistas cortando salarios y pensiones. La austeridad impuesta por la Unión Europea y administrada por el gobierno griego ha creado condiciones sin precedentes en ningún lugar en tiempo de paz. El PIB se ha reducido alrededor de un 27%, el paro y el subempleo han alcanzado el 34%, y el paro juvenil el 60%. Grecia se enfrenta a una crisis humanitaria que ha impulsado el apoyo a los neonazis del partido-banda Chrysi Avgi. El gobierno no tiene ninguna visión nueva de Grecia o de Europa. Es un caso bastante triste de síndrome de Munchausen, declarando que la catástrofe griega es una “historia de éxito”. Lo único positivo que esperan de la presidencia es posponer durante seis meses las elecciones generales, que darían el triunfo a Syriza. El gobierno sostiene que, debido a un acuerdo muy poco conocido, el país que ostente la presidencia no debería celebrar elecciones durante el término. Como he dicho anteriormente, la presidencia en este momento es solo una coincidencia. Por desgracia, el gobierno griego no hará uso de este golpe de suerte, convirtiéndolo en una oportunidad desaprovechada y una pérdida de dinero.
Recientemente hubo en Madrid una conferencia de partidos y movimientos de izquierdas europeos nuevos y “avant-garde”. ¿Ves una posibilidad realista de que, parafraseando a Lapavitsas, “la periferia europea se una políticamente contra el núcleo europeo”? ¿Cómo sería posible, tras todos estos años de austeridad impuesta, luchar contra Bruselas, Berlin, y las instituciones financieras internacionales?
Sí, fue el congreso del Partido de la Izquierda Europea. Su decisión de nombrar a Alexis Tsipras candidato a presidente de la Comisión Europea en las elecciones al parlamento europeo de mayo compensa la oportunidad perdida que acabo de mencionar. Las papeletas de la Izquierda Europea tendrán como cabeza de lista en toda Europa al líder de Syriza. Es un acto simbólico. Engloba dos aspectos. Posiciona la lucha contra la austeridad en el corazón de las políticas europeas -Syriza ha participado de pleno en las múltiples formas de resistencia contra la austeridad de los griegos. La gente lo ha elegido como partido anti-troika y lo ha puesto en una posición de gobierno en espera. Por otro lado, tener a un político griego como candidato pone el foco en la elección de Grecia por las élites europeas como conejillo de indias para liderar el enorme experimento social de la austeridad que se está desarrollando en toda Europa, pero sobre todo en la periferia. Y por supuesto la periferia no son sólo los estados mediterráneos, sino Eslovenia, Croacia, los Balcanes, y los estados de centroeuropa y el báltico. La ortodoxia neoliberal ha convertido la idea original de una Europa de democracia, solidaridad y prosperidad en una Europa dividida entre el centro y la periferia, donde el centro impone políticas económicas neoliberales. El “ajuste estructural” de África y el “consenso de Washington” de Latinoamérica han sido importados al corazón de Europa. La necesidad de unión de la periferia es importante no sólo para los PIGS. Los que más están sufriendo ahora pueden llevar a Europa en una nueva dirección que beneficie a toda la Unión. Este es el punto central de la agenda de Syriza, que tiene repercusión en toda la Europa del Sur. La semana pasada la periodista y escritora italiana Barbara Spinelli sugirió que la izquierda italiana debería unirse a Tsipras y presentarse a las elecciones europeas con un programa de refundación de Europa. Temo que si Europa no vuelve a sus principios fundacionales, se irá apagando o se convertirá en un pequeño club del Norte rico visto por todos los demás como una nueva Santa Alianza contra los intereses de los trabajadores del resto de Europa.
Hace diez años Europa era sinónimo de derechos humanos y de “modelo positivo para el futuro”. Ahora es lo contrario. La UE se está convirtiendo en un lugar de xenofobia y terrorismo financiero. El estado del bienestar se está marchitando. ¿Qué fue mal? ¿Hacia dónde vamos?
La Unión Europea no ha conseguido crear un “demos”, un pueblo europeo, la idea de un pueblo con una procedencia y una cultura europeas. Esto afecta directamente a los débiles instintos democráticos, el “déficit democrático” europeo es más bien una falta total de democracia. Hay un kratos -un poder económico- pero no hay un demos -un pueblo. Por desgracia la Unión se ha convertido en una institución altamente burocrática definida geográficamente en vez de por sus ideas y principios. Hay un espacio geográfico denominado Europa, pero ya no representa la “idea” de Europa soñada por Hegel, Husserl o Derrida. Un componente clave de esa idea era la redistribución de ricos a pobres, una mínima “unión de transferencias” que cerrara la brecha entre Norte y Sur. Los líderes socialdemócratas de los 70 y 80 consiguieron cierto grado de convergencia e integración y promovieron leyes antidiscriminación y unos mínimos derechos sociales y económicos. La gran victoria de Margaret Thatcher sin embargo fue debilitar el proyecto de integración política y convergencia social al expandir constantemente la pertenencia y convertir la Unión en un simple libre mercado. Preparó el terreno para el giro neoliberal según el cual la moneda única no significa más que estabilidad fiscal. Esto es más importante que la cohesión social, y como resultado, la moneda única se ha convertido en un medio de transferir recursos de pobres a ricos. Esa es la locura de la situación actual. Todas las transferencias van del Sur al Norte, sea a través de la importación de coches y bienes alemanes o del pago de préstamos hechos al Sur para que los bancos del Norte puedan recuperar sus préstamos anteriores. Una vez más la izquierda debe ayudar a parar este proceso. Pero ya no puede haber una vuelta al antiguo modelo socialdemócrata. La mayoría de partidos socialdemócratas han adoptado las fórmulas neoliberales, la ortodoxia actual es Thatcher + Blair. Tiene que ser una nueva izquierda de reestructuración y redistribución económica y de profundización y expansión de la democracia. Lo que necesitamos es un nuevo modelo democrático y social.
He pasado muchos meses en Grecia en los últimos 5 años, siguiendo las protestas y la caída del estado y la democracia. Las cosas están cambiando con mucha rapidez, como ocurre en tiempo de guerra. Pero las protestas se van haciendo más silenciosas y pequeñas. La gente está demasiado cansada. Ya no se trata de política. Se está convirtiendo en algo estrictamente social, ¿no?
No estoy de acuerdo. Las grandes campañas de 2011 cambiaron la escena política cuando las multitudes de las plazas adoptaron a Syriza y pusieron en la agenda política la posibilidad del primer gobierno de izquierda radical elegido democráticamente en Europa. Las movilizaciones sociales son periódicas y cambian de intensidad. La gente no puede quedarse permanentemente en la calle. Este es un pueblo que ha perdido cerca del 50% de sus ingresos en 4 años y su primera prioridad diaria es la supervivencia. Sin embargo lo que diferencia a la resistencia griega del activismo sindical o social tradicional es su carácter constantemente político. En las huelgas recientes de médicos del servicio de salud del estado o de trabajadores de la universidad (ambos grupos se han visto diezmados por despidos horizontales), los huelguistas repetían que la única solución es un cambio de gobierno. Nada más puede parar la destrucción general de la cohesión social. Cuando la radiotelevisión estatal cerró en junio silenciando tres canales de televisión y seis estaciones de radio y despidiendo a 2500 trabajadores, la respuesta de periodistas y técnicos fue ocupar la sede central y llevar a cabo una programación de TV y radio independiente que la gente consideró lo mejor que se había retransmitido nunca. Hay muchas campañas de solidaridad locales, iniciativas económicas y sociales alternativas, etc. Pero todo el mundo está de acuerdo en que sin un cambio en la cúpula, las campañas y victorias en los barrios y las plazas no serán suficiente. Fueron las políticas de la UE y el gobierno las que impusieron la austeridad, y deben terminar.
¿Te habrías imaginado hace unos años el auge de los neonazis? ¿Qué lo causó?
Se veía venir, aunque muchos prefirieron mirar hacia otro lado con la esperanza de que no fuera más que una pesadilla. Fue el asesinato en noviembre del rapero Pavlos Fyssas lo que despertó la memoria histórica del pueblo griego. Hizo recordar las dictaduras, la guerra civil, los “anómalos años 50”, el asesinato de Lambrakis, inmortalizado en la película “Z”, de Costa Gavras. ¿Porqué no hubo la misma respuesta cuando la extrema derecha atacaba a migrantes y pequeños comerciantes, o cuando cometía todo tipo de crímenes contra inmigrantes, gitanos, gays y gente de izquierda? En primer lugar porque la cobertura de estos incidentes por parte de los medios de masas fue insuficiente, y en segundo, porque no hubo apoyo por parte de los políticos a la formación de un frente antifascista. Todos somos responsables, incluida la izquierda. Considerar la vida de un griego nativo más valiosa que la de un inmigrante equivale a adoptar una ideología fascista. Como dijo el filósofo Emmanuel Levinas, “cuando matas a un humano matas a toda la humanidad”. Los asesinatos fascistas no son reacciones a actos sino más bien reacciones a lo que eres: negro, judío, homosexual, de izquierdas… El fascismo te condena por existir, por lo que eres, no por lo que haces. Pero el gobierno es responsable al tolerar o incentivar estos actos. Justo antes del asesinato de Fyssas, políticos y comentaristas de derechas, asustados por el auge de Syriza en las encuestas, decían que el partido gobernante Nueva Democracia debería considerar colaborar con Chrysi Avgi, si cambiara y se volviera más moderado y civilizado. Y por supuesto ahora sabemos que existe una gran complicidad entre los nazis y ciertas partes del estado. Todo estado utiliza dos tipos de violencia. La primera es legal, protegida por la ley y da al estado el “monopolio sobre la violencia”. La segunda es formalmente ilegal y utiliza métodos para-estatales que operan ocultos y en secreto. Hay pruebas, en Grecia pero también en Turquía y de hecho en todos los estados contemporáneos, de la propagación del tipo de violencia “formalmente ilegal”. Cuando la legitimidad del estado -encapsulada en la frase “el estado hace bien su trabajo”- desaparece, el estado recurre a estos métodos auxiliares de legitimación, el uso creciente de la violencia tanto abiertamente como en secreto. Opino que este es el punto en el que nos encontramos ahora mismo. Aurora Dorada es síntoma de una podredumbre más amplia en las clases dirigentes y en el sistema estatal que fue construido para garantizar su dominancia permanente.
¿Existe la posibilidad de que crezca el conflicto social y cívico en Grecia?
Sólo si es promovido por esas partes ocultas del estado, temiendo desaparecer bajo un gobierno de izquierdas. El núcleo duro de Aurora Dorada es pequeño, compuesto sobre todo de matones y delincuentes menores, no son una amenaza seria para la paz social. La gente en paro desesperada que ahora apoya a los nazis en las encuestas de opinión acabarán desplazándose donde pertenecen sus intereses, véase la izquierda. Es probable que en Grecia veamos el fenómeno inverso al de Le Pen en Francia: la clase trabajadora que en teoría apoya a la extrema derecha se desplazará en masa hacia la izquierda.
¿Cómo ves el futuro del Mediterráneo? Del Norte y del Sur. ¿Estás de acuerdo con que el Mediterráneo Norte está luchando por lo que teníamos en el pasado, y el Sur (el Norte de África y parte de Oriente Medio) por… el futuro? ¿Ves puntos en común entre las protestas en el sur de Europa y en el mundo árabe?
Sí, y más lejos, Turquía, Brasil y el resto del mundo. El “nuevo orden mundial” anunciado en 1989 ha sido el más corto de la historia, acabando de forma súbita en 2008. Han estallado protestas, revueltas y levantamientos por todo el mundo. Ni la corriente mayoritaria ni los radicales predijeron la ola y esto llevó a una búsqueda frenética de precedentes históricos. Un antiguo director del servicio secreto de inteligencia británico pensó que es “una ola revolucionaria, como en 1848”. Mason está de acuerdo: “Hay paralelismos importantes -sobre todo con 1848, y con la ola de descontento que precedió a 1914”. La resistencia y la revolución se sienten en el ambiente. Aparecen nuevas formas de resistencia y resurrección con regularidad. Es imposible predecir cuándo, pero no hay duda de que tendrán lugar. ¿Cual es la razón? Por supuesto la austeridad y la pobreza extrema son causas que unen a muchas partes de Europa. Otra característica común es la victoria del neoliberalismo y el consecuente declive de la democracia en todo el mundo. El neoliberalismo es una ideología y una cosmovisión global. Distorsiona la lógica tanto del liberalismo clásico como de la socialdemocracia, convirtiendo la política en la administración de la economía. Somete todos los aspectos de la vida a la lógica de la optimización económica y la distribución de bienes, valores y prospectos de vida basada en el mercado. El gobierno ha sido reemplazado por “gerencia”, y lo rige la misma lógica. El homo economicus se convierte en homo tout court. Todo está sujeto a la lógica del mercado. Lo que está en juego no es la “economía de mercado, sino la sociedad de mercado”.
Los economistas, los burócratas modernizadores y los medios patrióticos han reemplazado a la acción política convirtiendo al estado en el hombre fuerte del mercado a nivel interno, y en un guardián de la moral superficialmente tolerante a nivel externo en nuestras guerras “humanitarias”.
Se ha impuesto un semi-estado de excepción permanente en todo el mundo occidental. Se construyen muros por todas partes. Aquellos seducidos por la falsa burbuja financiera deben aprender a abandonar el consumo. Ya no es el tercero excluido el que sufre. En todo el mundo grandes sectores de población pasan de ser prósperos a ser “nuevos pobres”, y de ser beneficiarios del poder a quedar excluidos. Esto ha hecho de nuestra época un tiempo de resistencia, está surgiendo en todas partes. ¿Dónde será lo siguiente? ¿Turquía, Brasil, Bulgaria, Egipto? No sabemos dónde exáctamente pero sabemos que ocurrirá. El pueblo, la multitud en todas partes ha vuelto a entrar en política y se ha convertido en agente de la Historia.
Hablando del futuro de la resistencia, ¿cuales serían los próximos pasos? Sobre todo relacionados con el status quo en las calles.
Déjeme responder a través de tres teorías que he desarrollado como resultado de mi participación en varios movimientos de resistencia y de mi trabajo teórico.
1. La resistencia es un proceso o experiencia de subjetivación. Nos convertimos en sujetos nuevos cuando somos conscientes de una ruptura de identidad. Cuando la existencia particular fracasa, cuando la identidad se rompe y no puede ser completada. El fracaso de la identidad de nuestra rutina diaria abre el camino a la universalidad de la resistencia. Conlleva riesgo y perseverancia, la resistencia es el coraje de la libertad.
2. La resistencia es primero un hecho, no una obligación. No es sólo la idea o la teoría de la justicia o el comunismo lo que lleva a la resistencia, sino la sensación de injusticia, la reacción física al dolor, el hambre y la desesperación. Las ideas de justicia e igualdad se mantienen o se pierden como resultado de la existencia y del alcance de la resistencia.
3. Las resistencias locales y regionales pueden convertirse en políticas y tener éxito cambiando radicalmente el equilibrio de fuerzas si devienen colectivas y condensan, temporal o permanentemente, un número de causas, una multiplicidad de luchas y quejas locales y regionales, aunándolas en un momento y lugar comunes. En este punto, la resistencia se convierte en una fuerza hegemónica.
¿Crees que Syriza puede cambiar las cosas? Las encuestas vuelven un año y medio después de las elecciones. ¿Hay alguna posibilidad de victoria si se celebran elecciones tras la posible caída del gobierno de Samaras? ¿Es posible lograr los objetivos dentro del sistema político actual?
Parafraseando una expresión que hará sonreír a más de un marxista y de un cínico, el fin del sistema es una cuestión de necesidad histórica. A lo largo de la Historia, las revoluciones triunfan cuando un sistema de poder se ha agotado y se ha vuelto obsoleto y dañino. Este es el caso de Grecia. Por supuesto, la necesidad histórica sólo se puede reconocer retrospectivamente, ya no creemos en el avance inevitable del progreso.
Hacen falta tres elementos para convertir la alternativa en necesidad. Un fuerte deseo popular, un agente político preparado para tomar el poder, y por último un catalizador que combine los otros elementos para hacer un todo explosivo. Los tres elementos se han juntado en Grecia: la voluntad popular de la resistencia, Syriza como agente político, y la austeridad como catalizador que llevará al primer gobierno de izquierda radical de Europa.
¿Está preparada la izquierda? ¿Puede triunfar? Hay cosas para las que te preparas y otras que te vienen de golpe, como un milagro o un terremoto. Nunca se está preparado para enamorarse o para comenzar una revolución. Planeamos los pasos más importantes de nuestras vidas, hacemos balance de pros y contras en relación con nuestra educación, nuestro trabajo, nuestra boda. Pero el cálculo no termina nunca, y si sigues acabarás por no actuar nunca. La decisión, el acto, es un poco como un golpe de locura, toma el mando. El pueblo ha adoptado a Syriza como el sujeto de cambio radical. En este sentido, la pregunta de qué hará la izquierda cuando tenga el poder tiene una respuesta. El día de después será la continuación del día anterior. No hay ningún precedente, la izquierda tendrá que improvisar y ajustarse, que hacerse brutalmente pragmática y firmemente ejemplar.
Por tanto, hay espacio para planear, desarrollar políticas, prepararse. Pero también está el reto y la respuesta al hecho, la eventualidad de lo ocurrido, donde la Historia no se construye en base a lo esperado en progresión lineal, sino retrospectivamente tras el evento, cuando una serie de eventos secundarios sin importancia son reconocidos como la secuencia que llevó al cambio.
Los críticos de Syriza dicen que el mayor problema del partido es la falta de un programa económico sostenible.
Eso es incorrecto. Los economistas de Syriza, a los que conozco bien, son de los mejores economistas de Grecia y de Europa y gozan de prestigio internacional. Escucharás a menudo este tipo de críticas, “no tienen políticas desarrolladas, no tienen un programa económico”, etc. Viniendo de la derecha, son intentos de parar el movimiento popular masivo hacia la izquierda. Viniendo de la izquierda, son el típico ejemplo de lo que Walter Benjamin llamó “melancolía de la izquierda”, el compromiso con la derrota que rechaza e incluso ataca cualquier posibilidad de victoria. Por supuesto que hay problemas, pero serán resueltos, o no, cuando la izquierda los trate.
La mayoría de mis amigos griegos dicen que la “izquierda auténtica” y la “auténtica lucha por la libertad” sólo están presentes en los nuevos movimientos ciudadanos, no en los partidos.
El gran logro de las ocupaciones y las plazas fue llevar este viejo conflicto a un fin provisional, o al menos a una tregua. No puede haber gobierno de izquierdas sin movilización social y no puede haber victorias duraderas para las campañas de solidaridad y los movimientos sociales sin un cambio de gobierno. Al fin y al cabo ha sido el estado el que ha destruido la vida de la gente y sin un cambio radical en las altas esferas todas las demás luchas y victorias seguirán siendo parciales. El futuro de Europa se juega en Grecia. O se aumentará y exportará la catástrofe de la austeridad, o la resistencia conseguirá su primera gran victoria y mostrará a los otros países de la periferia que la resistencia y el conflicto no son una causa perdida porque las élites nos digan constantemente que “no hay alternativa”. Hay alternativa e involucra tanto a la calle como a la política electoral. Las señales son buenas. La Historia se mueve de nuevo.
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lunes, 24 de febrero de 2014

Sobre el Derecho de Asilo en España....



Veinte personas kurdas sirias, cuatro de ellos son niños menores de tres años, han llegado este fin de semana al aeropuerto de Barajas huyendo de la guerra para solicitar asilo en España. Según ha sabido Periodismo Humano, tras llegar como refugiados a Turquía, y mediante una red que les facilitó pasaportes falsos, empezaron un periplo de viajes en avión que les ha llevado por Dubai, Brasil -donde pasaron unos días en un apartamento junto a otros refugiados sirios- para partir hacia Perú hasta llegar finalmente a Madrid.
Suena el tono de llamada y una voz, tal vez preparada para recibir esta llamada, pregunta nerviosa “¿Hola?” Tras explicarle nuestro deseo de transmitir su situación al público español en busca de esas conciencias que aún quedan, la voz masculina insiste en que prefieren hablar en persona. Es entonces cuando comprenden cuál es su situación: se encuentran en una sala o recinto del que no pueden salir y al que nosotros no podemos acceder.
En estos momentos, estas familias se encuentran solicitando asilo en el centro de detención de 25 metros cuadrados llamado “Sala de los rechazadados” o “No admitidos” que se encuentra en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Aquí conviven con otras personas de diversas nacionalidades a las que también se les ha negado el ingreso en territorio español y que no pueden recibir visitas de familiares, ni de periodistas ni de miembros de ONG.  Las condiciones son más degradantes, por tanto, que si estuvieran presas en una cárcel por haber cometido algún delito o en un Centro de Internamiento de Inmigrantes por la falta administrativa que supone tener su documentación en regla.
Pasadas unas horas de comprensión de que su situación tardará en resolverse, volvemos a contactar. La misma voz vuelve a responder a la llamada y tras volver a presentarnos llama en lengua kurda a aquellos que han decidido hablar con nosotros.
Es fácil imaginar que este grupo, en su mayoría de la zona de Hassake, al noreste del país y pegada a la frontera turca, tarden en confiar en una voz desconocida, que les habla en árabe por desconocimiento del kurdo y que les hace preguntas sobre su largo periplo desde su salida de Siria mientras se encuentran recluidos en Barajas. Finalmente, dos hombres, una mujer y el que suponemos que pueda ser el mayor de todos ellos y que ha dejado a su mujer e hija en Siria –con las que aún no ha podido contactar- por estar buscado “por todos, ya no se sabe ni por quien porque la zona está plagada de controles de todos: el régimen, el Estado Islámico de Iraq y Siria (Da’esh en árabe), el Frente de Al-Nusra…”. Ninguno da nombres.
“¿Cuál era la situación en la zona en la que os encontrábais? ¿Cómo estaba siendo vuestra vida en Siria?”, es la primera pregunta que le planteamos a cada uno de ellos. Estas son sus respuestas: “la situación es desoladora”, “los servicios básicos como el agua, la luz y medios para poder calentar agua en este frío no están disponibles”, “se producen asesinatos y violaciones, se llevan a los niños y las mujeres, las ciudades están todas destruidas, entran en las casas y se lo llevan todo y a todos, los salafistas nos llaman infieles,  e incluso los árabes –asegura esta mujer- se han puesto de su parte y en nuestra contra”.
Extrañados porque no mencionan en ningún caso a las milicias kurdas que defienden las zonas de las que proceden, les preguntamos. Algunos niegan saber nada de ellas, pero la mujer insiste en que “son pocos, y no puede ser que a un niño de quince años le den un arma para defenderse, eso no puede ser”. Y es entonces cuando recuerda que ha dejado a su hermano, más pequeño que ella, que tiene 17 años, en la zona, y no sabe nada de él.
“Yo al principio salí en las manifestaciones contra el régimen”, asegura uno de los jóvenes por cuya voz se deduce que tenga entre 25 y 30 años a lo sumo. “Pero después, todo quedó descontrolado y ahora uno no puede ni moverse sin caer en manos de alguien”, apostilla. No obstante, esto no es compartido por todos, pues la joven insiste en que ella y su familia no salieron en ningún momento y que simplemente intentaban vivir su vida, sin estar ni a favor ni en contra de ningún partido. “Ahora Siria no tiene ningún futuro, por eso llevábamos meses intentando marchar, pero los controles no nos lo permitían y en ocasiones al llegar a la frontera turca, hemos sabido que han devuelto a muchos, incluidos niños y mujeres que pueden ser secuestrados y violados, a territorio sirio”, sentencia esta muchacha de voz firme, que sigue quejándose de su periplo.
“Salimos de Siria porque no nos podíamos mover con ninguna libertad por nuestro hogar y porque todo está destruido, y llegamos aquí y no nos dejan ni salir”. A estas críticas se suman los hombres, que aseguran que solo les han dicho que no pueden salir hasta pasar por un interrogatorio y completar una serie de trámites que no me saben explicar. “Nosotros después de llegar a Turquía acordamos con la persona que nos ayudó a llegar a Europa que iríamos a Alemania, pagándole todo lo que llevábamos ahorrado de los últimos meses que habíamos podido ir trabajando algo: quedarse en Turquía sería imposible porque el gobierno turco no está ayudando tanto como dice y un alquiler en una casa cuesta 1.000 dólares al mes si eres sirio. Los turcos se ríen de nosotros”. Insistiendo también en la falta de ayuda por parte del país vecino, la joven contesta con cierta indignación al preguntarle por la posibilidad de haberse quedado en uno de los campos o si por el contrario no quedaba sitio: “¿Es que no sabes lo que sucede en los campos? Se llevan a mujeres y niños los soldados turcos y se producen violaciones”.
Pero, “¿por qué acabasteis en España?” “No sé cómo hemos llegado hasta aquí: hemos ido de autobús en autobús y de avión en avión hasta que nos hemos encontrado aquí” (esta respuesta se repite de manera sistemática, la primera vez tras una voz de advertencia en kurdo que no podemos comprender, pero que tal vez insista en que no se den detalles). Y es entonces  cuando les preguntamos qué piensan sobre el cambio de destino: “Si yo tengo familiares en Alemania, ¿no puedo ir allí?”. Le explicamos a este hombre cómo funciona el entramado legal europeo según el cual se puede solicita, y recibir asilo en el primer país que se pisa dentro del área Schengen. “¿Y entonces que hago?”, insiste de nuevo el mayor de todos ellos. “Estamos cercados”, se queja la joven. “Salimos de una especie de cárcel para entrar en otra, porque ahora mismo no podemos ni salir de este recinto”.
Desamparado, el de mayor edad manda este mensaje: “No hemos venido a pedir nada. Estamos dispuestos a hacer lo que nos digan. Solo queremos poder seguir con nuestra vida: nadie deja su país en guerra por gusto, sino por necesidad. Escribe esto como lo consideres oportuno, cómo tu conciencia te lo dicte: solo queremos seguir con nuestra vida y contactar con nuestras familias que no saben nada. Si no nos quieren en España, que nos manden donde sea de Europa; si no, que nos devuelvan a Siria a morir”.
En 2013 unos 200 refugiados sirios llegaron en avión a España. La práctica totalidad de ellos lo hicieron a través de redes ilegales que les proporcionan pasaportes con otra nacionalidad después de que en el verano de 2011 el gobierno español decidiese instaurar el “visado de tránsito aeroportuario” para los sirios tras la llegada de 28 refugiados. Este procedimiento que sólo Reino Unido y España exigen, impide que las personas con nacionalidad siria puedan llegar a España en vuelos que hacen escala aquí para solicitar asilo. Desde 2011 organizaciones como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha solicitado en varias ocasiones al gobierno español que retire este impedimento porque “los aeropuertos españoles son la única vía segura de acceso a la protección internacional que poseen quienes huyen de Siria, dado que otras rutas alternativas, terrestres o marítimas, son extremadamente peligrosas”. Este tipo de visado les aboca a tener que pagar por falsos pasaportes y realizar dantescos vuelos alrededor del mundo, aumentando su vulnerabilidad. CEAR considera “fundamental que se mantenga abierta esta puerta de acceso al sistema de asilo español”.
La guerra en Siria se ha cobrado la vida de al menos 130.000 personas según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Dos millones se han convertido en refugiados al huir a países vecinos para salvar sus vidas y 6,5 millones viven desplazados en el propio país.
Reportaje de Periodismo Humano
http://periodismohumano.com/en-conflicto/varias-familias-sirias-solicitan-asilo-en-el-aeropuerto-de-barajas.html