martes, 29 de enero de 2013

Abeba también es Malala

Abeba

Abeba Meresa tiene 17 años y vive en Ofla, una zona rural del norte de Etiopia, con su abuela, una hermana mayor y cuatro hermanos. Gracias a los grupos de mujeres formados en la comunidad y con colaboración de Ayuda en Acción se evitó que un matrimonio temprano le privara de finalizar sus estudios. Hoy Abeba es consciente de sus derechos y capaz de decidir por si misma su futuro.
Hace unos meses su abuela aceptó la oferta de una familia interesada en que Abeba se casase con uno de sus hijos, a quien ella no había visto antes. Abeba se negó a dar su consentimiento, con las siguientes palabras: “Tengo tan sólo 17 años y no tengo la intención de casarme tan pronto, y tampoco estoy dispuesta a casarme con un hombre al que apenas conozco”.
Decepcionada por la respuesta de Abeba y como castigo, su abuela le retiró sus cuadernos de ejercicios y los libros de texto. Pero Abeba continuó asistiendo a clase durante dos semanas, sin cuadernos ni libros de texto, esperando que su abuela reconsiderara su decisión. En la escuela comenzaron a sospechar pero ella sólo ponía excusas diciendo que se le olvidaban en casa o que los había perdido. Sin embargo, no pudo continuar ocultando la situación por mucho tiempo.
Pasadas las primeras semanas sin conseguir que su abuela compartiera su decisión, Abeba se acercó a Zewdie, líder del grupo de mujeres en Menkere Tabia, quien, junto a otras mujeres, había sido formada y estaba luchando contra la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y la violencia contra las mujeres. Al mismo tiempo, su maestro al conocer la situación lo puso en conocimiento de la coordinadora del comité escolar contra la violencia de género.
La respuesta no se hizo esperar y las mujeres del grupo y la maestra se organizaron para acompañar a Abeba en un encuentro con su abuela, donde hablaron sobre las consecuencias jurídicas y médicas de los matrimonios precoces. La abuela de Abeba se sorprendió y les explicó sus verdaderas intenciones y las expectativas que ella tenía con este matrimonio. Abeba recuerda que “ella quería que formara una familia y tuviera mi propia casa en caso de que muriera, pensando que ella era mayor y estaba cada vez más débil”.
Ese mismo día, el matrimonio fue cancelado y a Abeba recuperó sus cuadernos y libros de texto. Su paso valiente a la hora de defender sus derechos ha sido reconocido por la Oficina Distrital de Asuntos de las mujeres, de la Infancia y de la Juventud, por la escuela primaria de Menkere.
Abeba es solo un ejemplo de valentía y de la lucha diaria de muchas niñas y mujeres en todo el mundo. El derecho a la educación, a decidir libremente, a vivir en igualdad de condiciones son algunas de las batallas a las que aún las mujeres tienen que hacerle frente. 
Abeba es también una incansable en su empeño de ir a la escuela, como Malala Yusufzai, la joven pakistaní de 15 años que el pasado 9 de octubre recibí un disparo en la cabeza por poner en marcha una campaña que reivindicaba los derechos de las niñas a ir a la escuela.  Ayuda en Acción, junto a 80.000 ciudadanos y ciudadanas en España y a un grupo de diputados presentarán mañana la candidatura de Malala, ya un icono de la lucha por los derechos humanos y de las mujeres, al Premio Nobel de la Paz 2013. 
Estamos seguros que si Malala finalmente recibe el Nobel, será como si millones de niñas lo recibieran y vieran recompensada su lucha diaria. 
http://blogs.elpais.com/3500-millones/2013/01/abeba-tambi%C3%A9n-es-malala-.html

lunes, 28 de enero de 2013

Vivir sin techo ya no es la excepción en España




En 2008 había 11.844 personas que carecían de vivienda en España y en 2012 la cifra ascendió a 22.238, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que tiene en cuenta las que han sido usuarias de centros asistenciales de alojamiento, por lo que no se descarta que el número sea mayor.
Fernando, con barba poblada, camina despacio arrastrando un carrito rojo que oculta dos cartones de vino y una botella de agua casi vacía. No quiere vivir en un albergue pese a que tiene las piernas enfermas y hace frío. 
Divorciado y con hijos mayores, pide limosna a los clientes de dos grandes centros comerciales de esta sureña ciudad de Málaga, donde las historias repiten las de los demás centros urbanos de España.
La mayoría recala en algún momento en algún albergue o comedor social, pero sí hay un pequeño porcentaje que elige estar al raso y rechaza la ayuda, explica la asistente social Toñi Martín, miembro del equipo de la Unidad de Calle, un servicio del Ayuntamiento que atiende en la vía pública a las personas sin hogar.
Los motivos por los que terminan en la calle son múltiples. Un 45 por ciento cita la pérdida del puesto de trabajo, mientras 26 por ciento dice que no pudo pagar más el alojamiento, 20,9 porciento alude a una separación de pareja y 12,1 a un desalojo de su vivienda, según la encuesta difundida en diciembre por el INE.
“La crisis no ha afectado a las personas sin hogar, sino que ha hecho caer a los que estaban en la cuerda floja”, advierte a IPS la directora del Centro de Acogida Municipal, Rosa Martínez. Son las personas que antes podían resistir, quienes vieron resquebrajada su red de apoyo familiar por los embates de la crisis.
Martínez, quien dirige este centro de 108 plazas, afirma que en los últimos años creció el número de personas sin hogar y su perfil cambió. “Ahora se ven familias enteras, gente que no puede pagar el alquiler de sus casas”, dijo.
Se nota un aumento de familias, en su mayoría monoparentales (madres e hijos) que piden algún tipo de ayuda de nuestra red”, revela un informe de Puerta Única, una institución pública que coordina en Málaga la atención a las personas sin hogar con una red diversificada de centros.
El desempleo afecta en España a 25,02 por ciento de la población económicamente activa y a la mitad de sus jóvenes, y este mes organismos internacionales han vaticinado que este año la situación económica será aún peor en el país que en 2012.
Para hacer frente a la crisis, el gobierno del conservador Mariano Rajoy ha aplicado duros recortes presupuestarios, pero es difícil dibujar un retrato nacional de cómo éstos han repercutido en los servicios asistenciales para las personas sin hogar.
Dado que la ejecución de los fondos se lleva a cabo a través de convenios con los distintos ayuntamientos del país, en algunos lugares “existe el compromiso firme de las administraciones y en otros está habiendo dificultades”, dijeron a IPS fuentes de Cáritas, una entidad de la Iglesia Católica que es referencia en la atención a la población en exclusión social.
“En Málaga no va a haber reducción de fondos este año”, asegura Martínez. El INE indica que casi 46 por ciento de los sin techo son extranjeros, como Hans, un alemán corpulento que masculla algunas palabras en español.
También es el caso de un latinoamericano que prefiere el anonimato y trata de enterrar un historial de adicción al alcohol y acusación de malos tratos a su pareja que le precipitaron a sus 51 años al albergue en el que hoy duerme. Y eso a pesar de que cuenta con estudios universitarios y ejerció un tiempo su profesión.
Datos del INE señalan también que 11,8 por ciento de las personas sin hogar tienen estudios superiores y 60,3 por ciento alcanzaron la educación secundaria. 
Muchos extranjeros sin hogar, sobre todo originarios de Marruecos, retornan a sus países debido a la precaria situación laboral, anota a IPS la trabajadora social Paula de Santos, del Centro de Acogida Municipal. “No encuentran trabajo como antes en la recogida de la aceituna y las fresas”, argumentó.
Un buen porcentaje son personas con problemas de drogas y alcohol, pero también hay otros sin adicciones, desempleados por largo tiempo que no encuentran trabajo y agotaron los subsidios de desempleo”, relata Martín mientras recorre las calles a bordo de una furgoneta blanca.
Con ella, dice Pepe, su conductor, buscan y atienden a los que llama cariñosamente “nuestros chicos”.
Fue Martín quien convenció a Dolores, de 61 años, de que viviera en el centro de acogida donde actualmente duerme y hace tres comidas al día.
Así, dejó atrás a su pareja que la maltrataba y con la que compartía la adicción al alcohol. “Me he bañado yo solita. Apoyándome en el grifo porque me mareo”, afirma orgullosa a IPS con una sonrisa que ilumina su rostro surcado de arrugas. 
Treinta y dos por ciento de las personas sin techo en 2012 perdió su vivienda ese año, mientras que 44,5 por ciento llevaba más de tres sin hogar, según el INE.
“Hay personas que han hecho de vivir en la calle una situación crónica, van subsistiendo y les cuesta cambiar de forma de vida”, sostiene Martínez, la directora del centro de acogida. Respecto a estas personas difíciles de normalizar, “tratamos al menos de que mantengan un mínimo de higiene”, agrega Martín.
Los que perdieron su alojamiento más recientemente son las que más usan los servicios asistenciales, observó la funcionaria. Jesús cumplió una condena de 10 años y cuenta a IPS, enfrente del albergue donde duerme, que lleva en la calle desde que quedó en libertad el 27 de diciembre.
El carácter itinerante de estas personas también juega en su contra porque el empadronamiento es un requisito para la percepción de algunas ayudas. “En ocasiones, dejamos que se empadronen en la sede del centro de acogida”, narra De Santos. * Varias fuentes de este reportaje hablaron a IPS omitiendo su apellido.
http://periodismohumano.com/economia/vivir-sin-techo-ya-no-es-la-excepcion-en-espana.html

jueves, 17 de enero de 2013

Trata de Mujeres. “¿Qué alternativas reales les ofrecemos para que no vuelvan a la prostitución?”


En el edificio la luz inunda las habitaciones y no es extraño escuchar el sonido de niños pequeños jugando en el jardín o llamando la atención con sus llantos de bebé. Las mujeres se sienten en su hogar y para muchas lo es durante una buena temporada. Estamos en una casa de acogida de la Fundación de Solidaridad Amaranta, que en el ámbito de la trata de mujeres con fines de explotación sexual y de mujeres en contexto de prostitución lleva acompañándolas desde hace una década en un programa que además de en Asturias, tiene sedes en Granada y Palma. Un proyecto, llamado SICAR en la región norteña, que nació al amparo de la ya centenaria labor de la congregación religiosa Adoratrices y de la mano de la Fundación Municipal de Asuntos Sociales de Gijón, cuando la Policía empezó a desmantelar redes de explotación y trata y demandó un lugar donde llevar a las mujeres que no fueran los calabozos. Pero no sólo, porque en este espacio también se atiende a mujeres en riesgo de exlusión social y a sus hijos. Es una fundación en la que los trabajadores sociales, el psicólogo, la abogada… luchan no solo contra la trata, sino contra la revictimización de las mujeres con las que conviven diariamente y a las que, nos recuerdan, miramos a menudo desde sus sufrimientos y carencias en lugar de desde sus “fortalezas y potencialidades”.
Conversamos con una de sus trabajadoras sociales cuya identidad mantenemos oculta por razones de seguridad y que lleva implicada en el trabajo de la Fundación desde sus inicios. “Lo que más nos ha cambiado en esta década es la imagen sobre las mujeres, en lugar de pensar que trabajamos con mujeres machacadas, pensamos ¡qué mujeres!. Son más que prostitutas, que víctimas de trata… Una vez una de ellas nos dijo que lo que más le gustaba es que las tratamos como mujeres y no como prostitutas. Eso es lo que queremos, a la hora de intervenir nos centramos en la persona y no en sus problemas”.
Periodismo Humano. Vuestro trabajo es integral con las víctimas de trata, ¿en qué consiste?
A. Hacer un análisis global de la situación de la persona, abordar los aspectos de salud y bienestar (toda la dimensión relacional, el ocio, el descanso, las relaciones afectivas…), de inserción y laboral, jurídico y el de la vida cotidiana si viven con nosotros. Nuestra metodología se basa en ser capaces de analizar y partir de una valoración de la situación consensuada con la mujer: dónde estás, qué te preocupa, qué necesitas y a dónde quieres ir. Y vamos dando diferentes apoyos para ir consiguiéndolo, de tal forma de que si una mujer no quiere abordar determinados temas desde el ámbito psicológico, por ejemplo, no se hace. No abordamos el tema del abandono de la prostitución si ella no lo quiere; si sí, plantemos alternativas… Pero siempre de la mano de la mujer.
P. ¿Cómo han evolucionado las redes de trata desde que empezasteis a trabajar el tema?
A. Cuando empezamos hace diez años eran redes organizadas de traficantes y ahora van apareciendo redes informales de familiares, de amigos que se convierten en otra vía para que las mujeres puedan llegar aquí para la explotación.
En la red informal, una de las dificultades es que la mujer no se percibe como víctima de un delito sino que es una amiga o un pariente el que le facilita un trabajo, el dinero para el viaje…. No lo interpreta como una forma de explotación sino como que le están ayudando para llegar al lugar donde quiere ir. Suele ser gente de su pueblo o ciudad, una vecina, una amiga que ya estuvo aquí o que conoce a otras chicas, que tiene sus propios contactos y facilita que pueda llegar y que luego ejerza la prostitución.
P. ¿En qué etapa y cómo llegan a Amaranta? 
A. A nosotros nos llegan fundamentalmente a través de las Fuerzas y Cuerpos del Estado, en el momento en que identifican a una mujer bien durante una redada en un club o por una denuncia. Si detectan que es víctima de trata y que no tiene dónde estar, la mujer accede al recurso (es decir, se aloja en las instalaciones de Amaranta). O si no tienen claro que sea víctima de trata, vamos a entrevistarla a comisaría. Esos son los casos que nos llegan en el momento en que están siendo víctima del delito de trata.
Luego tenemos muchas mujeres que, por la característica del programa dedicado al entorno de la prostitución -para que quepan muchas realidades-, cuando trabajábamos con ellas y su trayectoria vital aparece la trata, la explotación, la violencia… Pero eso ya pasó. Por lo tanto, nosotros a la hora de intervenir con ellas, no tenemos ningún instrumento para abordar el tema más allá del de cualquier mujer inmigrante. La legislación no precisa el periodo en el que sigue siendo delito, por lo que podría haber prescrito. ¿Desde cuándo y hasta cuándo se considera víctima de trata?. Las herramientas que la ley pone a disposición se basan en la denuncia, por lo tanto, el delito tiene que estar sucediendo.
P. Hay organizaciones que entienden que el porcentaje de mujeres que ejercen la prostitución que son víctimas de trata es altísimo, incluso más del 80% de ellas, porque la situación en la que se encontraban en sus países de origen, era de vulnerabilidad como recoge la Ley contra la trata. ¿Qué pensáis vosotros?
A. Es un tema de interpretación porque en la ley aparece la vulnerabilidad de esa persona para valorar si está habiendo un tema de trata. Como muchas mujeres tienen en origen una situación social y económica pues se acogen a esto… nos parece poco sólido. Nuestra posición es que estamos trabajando con mujeres, con trabajadoras pobres, que acceden a empleos a los que sólo acceden esas personas y que aquí vienen a entrar en esa rueda como servicio doméstico, cuidadoras… A la hora de intervenir, eso ¿qué nos aporta si en realidad la legislación no nos da ningún instrumento para darle alternativas, si ella no tiene conciencia de víctima…? Al final, consiste en entender su historia de vida como mujer, como madre, como trabajadora pobre… no como víctima de trata. Claramente ni todas, ni la mayoría de las mujeres prostitutas son víctimas de trata. No nos podemos agarrar al tema de la vulnerabilidad porque las personas no son vulnerables sino las circunstancias que viven las que las hacen vulnerables… Lo que no negamos es que esa situación las pone en una situación más fácil para que sean explotadas.
Hoy por hoy, hay un interés de meter bajo el rótulo de la trata a todo… Pero estamos hablando de inmigración, de derechos…. Me parece igual de grave que sufran abusos por ser pobre, inmigrante… Necesito que legislen a favor para que tengan instrumentos para seguir adelante…
Cartel de la campaña ‘Redibuja el mundo’ de Fundación Amaranta
P. Una de vuestras preocupaciones es la de que no revictimicemos a las mujeres tratadas.
A. Es cierto que jurídicamente necesitamos darle el título de víctimas para poder protegerlas y actuar, pero más allá de eso no suele aportar casi nada.
Nuestra experiencia es que el valor, la opinión, las decisiones que ha tomado una mujer que está en la prostitución muchas veces son menospreciadas, pensamos que no están hechas desde opciones de libertad. Eso las hace todavía más vulnerables, al quitarle validez a sus decisiones las estamos victimizando más porque las estamos haciendo irresponsables de sus tomas de decisiones, las estamos tratando como menores de edad constantemente. Vienen de donde vienen, tienen una historia de vida… pero nuestra tarea no es decir ‘como vienes de ahí esto no…’ Si no, ‘tú has tomado unas decisiones frente a otras, así que construyamos con ellas desde la reflexión, desde ser dueñas de su vida…’
A mí me obsesiona mucho ahondar en la pregunta de por qué dos personas ante un mismo hecho toman decisiones diferentes, decisiones que las sitúan en una situación más precaria o mejor. Es decir, un mismo hecho de partida no supone una relación directa de causa-efecto: quién es esa persona, por qué ha tomado esa decisión, qué ha puesto en juego a la hora de tomar esa decisión. Estas mujeres no son tontas, todos ponemos en juego nuestra libertad en algún momento de la vida… Otra cosa es que por esa misma vulnerabilidad tenga un riesgo o un coste demasiado alto…
Darles la palabra es escuchar a la que te dice que ella sabía que venía a ejercer la prostitución, que ella se expuso a pagar esa deuda. ¿Por qué decimos que esa persona no está tomando la decisión en libertad? Está condicionada por vulnerabilidad, sí. Pero si no trabajamos con ellas desde la responsabilidad de las decisiones, desde los costes, seguirá repitiendo esa pauta porque estamos haciéndola irresponsable de su vida. O cuando vuelven a la prostitución una vez que han dejado la red de trata. ¿Por qué exigimos a las mujeres que no vuelvan a la prostitución? ¿Qué alternativas reales les ofrecemos, el servicio doméstico? Al final, nuestra abogada Clara Corbera lo dice mucho, es el despotimos ilustrado, todo por las mujeres pero sin las mujeres.
Cuando vives con las mujeres y conoces de dónde vienen no sólo intelectualmente, sino que estás allí, compartes tu tiempo, pues la vida se ve distinta. La perspectiva es muy valiosa, lo que cada una cuenta de por qué ha hecho las cosas... Porque si no, las anulamos. Volvemos a infantilizarlas. Tenemos que ver de dónde vienen y cómo esto influye en la reducción de los niveles de hasta dónde aguanto, eso es una trayectoria de vida y el que ante una situación se decide una cosa y se expone a eso. Que haya explotación es una cosa, pero a la hora de sentarnos ante estas mujeres y de hablar con ellas, no las anulemos aunque sea en nombre de ellas.
Se trata de trabajar con las mujeres de manera adulta, reflexionar con ellas, el porqué, ser honestos y plantear que no tenemos alternativas reales para que una mujer decida. Es un tema de igualdad de oportunidades.
Estamos haciendo un trabajo de investigación con la Universidad de Brasilia, y una de las dificultades que nos encontramos son los límites del concepto de trata porque nos deja fuera un montón de realidades, estamos atendiendo al delito y no a las historias de vida: mujeres pobres en cuyos países de origen prima la desprotección a todos los niveles. Hemos recuperado las historias de vida de una zona de Brasil, sus trayectorias vitales, su realidad de trata, de explotación, prostitución en España, y en algunos casos, el retorno.
En Brasil, un país con larga tradición de esclavitud, el tema de la trata se analiza desde el punto de vista de la explotación que sigue muy presente: explotación de trabajadores pobres para la prostitución, para el trabajo doméstico… Aquí, el enfocarlo desde la prostitución dificulta mucho el trabajo porque está sesgado.
P. ¿Por qué un tema tan grave como la trata de mujeres tiene tan poca repercusión social?
A. Pues como la violencia de género. Un problema no es un problema social hasta que no nos afecta en la vida cotidiana de cada uno, como la prostitución de calle porque molesta. ¿La trata a quién importa? Está invisiblizada porque a muy poca gente le afecta, porque hay muchos intereses económicos y porque está muy ideologizada. Si en vez de debatir tanto sobre la legalización o la abolición de la prostitución, nos pusiéramos todos a combatir la trata y la explotación, y a crear los mecanismos para combatirlos… veríamos como disminuía. Este debate invisibiliza a la trata y, como no hay consenso, lo metemos todo en este saco.
P. ¿Cambiaría la percepción de la prostitución el conocer las historias de vida de las víctimas de trata?
A. Es un mundo desconocido y en torno al cual hay mucho morbo. El tema es cómo las visualizamos, si las seguimos visibilizando como víctimas, como personas con graves problemas, marcadas para toda la vida… Ciertamente hay gente así pero no sólo. El problema no es mostrar sino qué mostramos y esto está totalmente sesgado por el análisis que hagas. Si no mostramos una realidad compleja no vamos a poder diseñar soluciones complejas. Responsablemente deberíamos ir más allá, analizar desde un paradigma de complejidad…
Cuando una mujer llega a la Fundación y te prengunta “tengo que haber sido prostituta o víctima para que me ayudes?“. Es demoledor. “¿Qué pasa, que si no soy víctima no me ayudas? Que si no te digo que me explotaron no me vas a ayudar”. Y tú le tienes que decir “pues para tener derecho a esto y a esto, no”. Cuando sabes que esa persona por todo lo que ha vivido lo que te está diciendo es ‘ayúdame, échame una mano’. Y escuchar eso a mí me resulta muy duro, pero es lo que le estamos diciendo.
El mensaje es: primero denuncia para activar la protección, igual que la violencia doméstica. Las entidades planteamos que la denuncia no sea el elemento que active la protección. Pero les estamos diciendo ‘te vamos a ayudar a protegerte, te voy a dar un lugar para estar si quieres, te van a ayudar a buscar trabajo…’ Pero es que eso no es así. Tus opciones laborales son como las de tantos otros, y tienes unos hijos a los que dar de comer, unas expectativas…  Y les decimos que esperen y si entran en el mercado laboral finalmente, con un poco de suerte, será en la hostelería. Eso es hipocresía. Elige eso o el trabajo sexual que está ahí también.
En realidad les estamos pidiendo algo que tiene poco en cuenta su vida. Les decimos que dejen la prostitución, pero, ¿cuáles son las alternativas?. No les compensaría seguir en la prostitución si tuvieran alternativa porque llegado un momento emocionalmente no les compensa.

P. ¿Cómo habéis detectado que les afecta emocionalmente la prostitución?
A. Al concepto de sí mismas, a las relaciones afectivas y sexuales, les provoca inestabilidad, miedo.. Emocionalmente tiene un coste alto. Después tienen sus mecanismos de defensa para minimizar el coste emocional del llevar dos vidas paralelas, el no poder mostrar lo que eres…
P. Una de las labores más costosas de la Fundación es documentar a las mujeres víctimas de trata que llegan indocumentadas. Pero, además, está cómo influye el que estén o no en situación administrativa regular, es decir, con papeles en España.
A.  
Si no tienen papeles, la inserción laboral es imposible con lo cual sólo les queda la economía sumergida, que vuelve a ser el trabajo sexual, el servicio doméstico o el cuidado de personas mayores.
P.¿Cómo ha evolucionado la visión que tiene el equipo de la Fundación Solidaridad Amaranta de la prostitución?
A. Cuando empezamos en 2002 éramos superabolicionistas… Institucionalmente no tenemos una posición más allá de que la prostitución tiene muchos costes para las mujeres. Tenemos vocación de estar con las mujeres y cuando estás con ella un día y otro, hay días que somos superproderechos y otros lo contrario. Fuimos evolucionando al ver la complejidad de la realidad.
Ninguno de nosotros es proderechos ni abolicionista. Es un debate secundario. ¿Qué nos aporta? ¿Ideología? Queremos estar con las mujeres entendiendo que la prostitución no es un tema positivo, que hay un problema de igualdad de oportunidades. Nos avala el trabajo y cuando te hago esta reflexión, es desde el contraste de la idea con la vida. Hay foros en los que como no te posiciones te ponen en el lugar de los explotadores.
El error es la casuística, siempre hay un caso que te ilustra la posición que quieras apoyar. Pero nosotros apoyamos categorías más amplias, que aúnen que estamos hablando de personas, de trabajadores pobres, de Derechos Humanos, de género….
Hace muchos años que nos gustaría que alguien pudiera visibilidad este tema desde la fortaleza de las mujeres, sin negar el sufrimiento, pero poniendo el acento en todo lo demás. Estamos revictimizando, mostrando el lado duro, sus carencias y no sus potencialidades. Y ellas construyen con eso sus imágenes de sí mismas. Tenemos que apoyar a la gente para que puedan vivir con ello, no decir eternamente son prostitutas, víctimas de trata, que han sufrido mucho en la vida que y sufrirán porque el bagaje que traen las merma… ¿Por qué nos empeñamos en mostrar sus sufrimientos y no su fortaleza? Porque también depende de cómo te sitúes ante las personas, de cómo te sientas a mirar la vida.
No son sólo prostitutas sino que son mujeres, madres… Como cualquiera de nosotras, y de las que tenemos mucho que aprender. ¿Qué pasa, que una mujer es eternamente prostituta o víctima de trata? Imagínate que alguien ocho años después les recuerde eso. ¿A cuento de qué? Las destroza.

http://trata.periodismohumano.com/2012/09/20/amarantas-que-alternativas-reales-les-ofrecemos-para-que-no-vuelvan-a-la-prostitucion/

miércoles, 9 de enero de 2013

29 días encerrada en Barajas


Josephine Thomas fue detenida por la Policía del Aeropuerto de Barajas cuando intentó cruzar el control fronterizo usando el pasaporte español que le había servido para entrar en Europa

Horas después de ser detenida y ya con un intérprete presente, pudo confesar su nacionalidad nigeriana, que no era turista, que la documentación era falsa, que tenía 16 años y el propósito de su llegada a España: venía para ser prostituida.


Josephine Thomas (nombre ficticio) fue detenida por la Policía del Aeropuerto de Barajas cuando intentó cruzar el control fronterizo usando el pasaporte español que le había servido para entrar en Europa. Su piel negra y su habla inglesa hicieron saltar todas las alarmas. No pudo responder al interrogatorio en castellano que le hizo el oficial de control de fronteras, así que fue trasladada inmediatamante a la Sala de Rechazos y se le inició un expediente de devolución a Rumanía, desde donde procedía el vuelo que la trajo a España. Horas después de ser detenida y ya con un intérprete presente, pudo confesar su nacionalidad nigeriana, que no era turista, que la documentación era falsa, que tenía 16 años y el propósito de su llegada a España: venía para ser prostituida.
La sola condición de ser menor le otorgaba a Josephine el derecho a la admisión a trámite de la solicitud de asilo que hizo, el acceso a los recursos específicos de protección para menores extranjeros no acompañados (MENAS) y la autorización inmediata de entrar en el territorio del Estado español para ser tutelada por la Comunidad Autónoma de Madrid. Porque España, Estado miembro de la Unión Europea, es firmante de la Convención de los Derechos del Niño y de la Niña, de la Convención de Ginebra de 1951 para los refugiados, del Protocolo para Prevenir, Reprimir, y Sancionar la Trata de Seres Humanos, Especialmente de Mujeres y Niños, y del Convenio del Consejo de Europa sobre la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, entre otros. Además, la legislación española sobre el Derecho de Asilo ordena la protección de las mujeres víctimas de persecución por motivos de género; y el artículo 59.bis de la Ley de Extranería establece la posibilidad de una protección específica para las mujeres víctimas de trata con fines de explotación.
Sin embargo, Josephine estuvo encerrada 29 días en un espacio donde tenía menos derechos que cualquier recluso.
De Nigeria a Rumanía: un camino de esclavitud doméstica y sexual
Josephine nació en Haití, pero había vivido desde los cinco años en Benin City, al sur de Nigeria. Se quedó huérfana a los 11 años y desde entonces fue la esclava doméstica de su tía y la esclava sexual del esposo de ésta. Le daban comida sólo tres veces por semana, el resto del tiempo se alimentaba de la basura, según cuenta. Después de años de violaciones, amenazas y cautiverio, un día descubrió que estaba embarazada. Cuando su tía se enteró la echó de la casa y tuvo que vivir en la calle, donde también fue violada, esta vez por tres hombres. Ahí conoció a Peter. Él le dio de comer, la llevó a su casa, le compró ropa, contactó y pagó la clínica donde ella abortó.
Dos semanas después ambos se dirigían al aeropuerto de Lagos, la capital de Nigeria, con sendos billetes de avión hacia Rumanía, pasaportes y DNI españoles. Peter le aseguró a Josephine que “donde viven los blancos” podría trabajar y hacer realidad su gran sueño desde niña: ir a la escuela.
En el autobús desde Benin City a Lagos, el tratante cambió drásticamente la amable actitud de los días anteriores, le aseguró que la mataría si contaba el más mínimo detalle sobre la ceremonia Juju, por la que le habían cortado vello de las axilas y del pubis. Un ritual de brujería por el que se entiende que queda vinculada en cuerpo y almaal tratante, hasta saldar la deuda de 55.000 euros contraída por haber sido “rescatada de la calle”. Al llegar al aeropuerto, él se encargó de mostrar toda la documentación para poder pasar los controles migratorios. Llegaron a Timisoara, el segundo aeropuerto más importante de Rumanía. Josephine permaneció cuatro meses encerrada en diferentes hoteles de varias ciudades rumanas. Ahí fue violada y prostituida por el tratante, quien le advirtió que ese país no era su destino final.

En Madrid: Las mil y una incoherencias procesales
El 1 de abril de 2011, Josephine viajó sola de Bucarest a Madrid. Sabía que en Barajas la estaban esperando los socios del tratante, la reconocerían por las fotos que éste les había enviado. Ella no sabía quiénes ni cómo eran, podía ser cualquiera.
Tras ser detenida, la Fiscalía del Menor de Madrid ordenó que se le realizara una prueba de determinación de la edad, que se hizo, nuevamente sin la presencia de un intérprete ni la de su abogado. La prueba incluía una exploración del vello púbico y axilar. Para ella, la escena se repetía. Al día siguiente de su detención, el Fiscal de Menores de Madrid decretó que Josephine era mayor de edad, basándose en el informe del médico forense de la Fiscalía de Guardia que estimaba su edad en 18 años, con un margen de error de dos años más o menos. Esta decisión es contraria a los propios protocolos de la Fiscalía de Menores, que en otras ocasiones ha sostenido: “Siempre habrá de tomarse como edad del extranjero no acompañado la menor que se desprenda del informe médico.” Y al Artículo 10.3 del Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra la trata de seres humanos que ordena: “En caso de que no exista seguridad sobre la edad de la víctima y cuando existan razones para creer que se trata de un niño, tendrá la consideración de tal y se le concederán medidas de protección específicas a la espera de que se pueda comprobar su edad.”
El sexto día de encierro, la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) le denegó a Josephine la petición de protección internacional que había realizado tres días antes, a pesar de que los artículos 6, 7.1 y 46 de la Ley de Asilo recogen la persecución por motivos de género como causa de protección y el tratamiento diferenciado a las solicitudes de las personas víctimas de trata por “la gravedad de las violaciones de derechos que han podido sufrir.” Ante la denegación de la solicitud de asilo, el procedimiento otorga la posibilidad de una revisión de esa primera resolución a través de un reexamen. Así se hizo. Pero la OAR volvió a denegar la protección internacional para Josephine, desoyendo incluso los informes de apoyo, en la práctica considerados periciales, que en ambas ocasiones realizó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y sin motivar tal decisión.
Los días 9 y 10 del encierro, fue entrevistada, primero, por dos agentes de la Policía Nacional, y después por un agente de fronteras rumano sobre cómo había obtenido la documentación.
El día 11, con la denegación del reexamen de su solicitud de protección internacional, se le comunicó a Josephine que sería expulsada a Rumanía el día 15.
El día 13, se recurrió la decisión denegatoria de la OAR, ante la Audiencia Nacional, solicitándose a la vez una medida cautelarísima de suspensión de la expulsión. La Audiencia Nacional paralizó la expulsión de forma provisional. La provisionalidad se basaba en una supuesta dificultad de carácter procesal que antes debía superarse para resolver de forma definitiva.
El día 14, se llevó a cabo una acción jamás realizada en un puesto fronterizo: se solicitó para Josephine la concesión del periodo de restablecimiento y reflexión establecido en el Artículo 59.bis de la Ley de Extranjería, que establece, entre otros aspectos, un período de —como mínimo— 30 días de acceso a todos los recursos disponibles para las víctimas de trata.
Ese mismo día, por la tarde, se presentó una queja a la Oficina del Defensor del Pueblo, denunciando el silencio de los organismos competentes para resolver sobre el periodo de restablecimiento y reflexión para las víctimas de trata, cuya reacción debía ser inmediata a fines de paralizar la expulsión de Josephine.

La inexistencia de un protocolo de actuación ante tal solicitud generó un conflicto entre la Delegación de Gobierno de Madrid, la Unidad Central de Fronteras y la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF), que inicialmente repercutió en la desatención del caso y posteriormente en una absoluta disfuncionalidad de las competencias. Josephine fue revictimizada en múltiples ocasiones a través de un proceso experimental de numerosas e innecesarias entrevistas, con intervalos de hasta cuatro días entre una y otra.
El día 15, por la mañana, fue entrevistada por dos técnicas especializadas en el abordaje de casos de trata de seres humanos representantes de la Oficina del Defensor del Pueblo y por la tarde fue entrevistada, otra vez, por una funcionaria no especializada de la Unidad Central de Fronteras.
El día 18, sin que mediara una comunicación oficial y sin competencias para ello, la Unidad Central de Fronteras practicó un interrogatorio más a Josephine y posteriormente emitió una propuesta negativa respecto de la concesión del periodo de restablecimiento y reflexión, generando así una resolución nula ipso iure por falta de competencia objetiva de este organismo.
Desde el octavo hasta el vigésimo día, el abogado de Josephine no tuvo acceso a la sala donde ella permanecía privada de libertad, ni siquiera se le notificó sobre los interrogatorios a los que fue sometida.
El día 20, la Oficina del Defensor del Pueblo emitió un informe en el que se resaltaban los indicios de que Josephine fuera víctima de trata y el riesgo que correría en caso de que fuera devuelta a Rumanía o a su país de origen. El informe también cuestionaba que la determinación de la edad fuera ajustada a derecho.
Siguiendo las recomendaciones de la Defensora del Pueblo en funciones, la Delegación de Gobierno de Madrid ordenó una entrevista más para evaluar la concesión del periodo de restablecimiento y reflexión para víctimas de trata. Asimismo, el vigésimo día, toda la documentación, incluyendo el informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se le trasladó al entonces Delegado de Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente  quien también destacó los indicios de trata en el caso de Josephine y así se lo comunicó a la Delegación de Gobierno de Madrid.
El mismo día 20, la Audiencia Nacional le concedió al abogado de Josephine un plazo de diez días laborables para presentar formalmente la petición de paralización definiva de la expulsión.
El día 21, con la sintomatología de una salud sumamente dañada y el informe médico que así lo acreditaba, Josephine solicitó, a través de su abogado, al Juzgado de Instrucción nº 47 de Madrid (en funciones de guardia) el cese del aislamiento en dependencias no acondicionadas para estancias largas, mientras no hubiese resolución judicial o administrativa en los procedimientos pendientes. También se solicitó que pudiera beneficiarse de los recursos especializados de Proyecto Esperanza, una organización de amplia y reconocida trayectoria en la atención especializada a víctimas de trata. La solicitud fue denegada el mismo día a través del auto de 20 abril de 2011, donde el juez Adolfo Carretero Sánchez afirmó:
La influencia mediática
El día 29, a primera hora, el caso pormenorizado de Josephine apareció en algunos medios de comunicación. Quizá esa sea la única razón existente para que esa misma mañana la Sección Octava de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, interrumpiendo el plazo por la misma Sala concedido, resolviera finalmente la solicitud de Josephine, en auto de 29 de abril de 2011, demostrando que el famoso asunto protocolar era sólo una excusa que prolongó innecesaria e injustificadamente su cautiverio. La resolución fue denegatoria y dejó abierta —una vez más— la vía para la expulsión de Josephine.
El Tribunal denegó concluyendo que se trataba de un “relato inconcreto,” además de “una edad y unos documentos falsos”, dejando clara su postura en este caso: si la documentación con la que Josephine fue obligada a viajar es falsa toda la historia carece de veracidad y es inexistente el peligro que puede correr si es expulsada de España:
Eso sí, la Audiencia Nacional argumentó que le denegaba a Josephine la protección internacional en nombre de su “libertad ambulatoria” y como “garantía de sus derechos fundamentales de la interesada y en concreto a su derecho a la libertad.” Esta denegación sólo era un avance de lo que más tarde sería la sentencia, en un procedimiento plagado de incoherencias procesales.
Pero, también el día 29, finalmente, la Delegación de Gobierno de Madrid, sobre la base de todos los informes precitados, notificó oficialmente a Josephine la concesión del periodo de restablecimiento y reflexión que le había sido concedido desde el día 27, evidenciando la existencia de unos indicios de trata que fueron ignorados por la OAR y la Audiencia Nacional.
En la práctica, ¿las víctimas de trata son susceptibles de protección internacional?
Actualmente, Josephine tiene concedida una autorización provisional de residencia y trabajo, en atención a su situación personal, prevista por el artículo 59.bis de la Ley de Extranjería, que recoge la protección a las víctimas de trata. Mientras, espera que sea resuelta su solicitud de una autorización definitiva de residencia y trabajo por circunstancias excepcionales.
La sentencia denegatoria de la Audiencia Nacional está recurrida en casación y será el Tribunal Supremo quien decida si el Estado español debe o no admitir a trámite, para un estudio más riguroso, la solicitud de asilo de Josephine. Si el fallo del Supremo es favorable, Josephine Thomas se enfrentaría por tercera vez a los criterios de la OAR, que ya ha desestimado su petición de asilo en dos ocasiones y sin que se conozca, por el momento, una sola concesión de estatuto de protección internacional para una víctima de trata en España, a pesar de que son detectadas más de mil cada año por los propios organismos del Gobierno.
Mientras, Josephine, en ocasiones ajena al importante precedente que sentaría su caso, intenta reconstruir la vida que le ha sido tantas veces violentada, allá y aquí, y ha hecho realidad su gran sueño: ir a la escuela.
 http://periodismohumano.com/migracion/29-dias-encerrada-en-barajas-i.html

jueves, 3 de enero de 2013

La crisis y la inmigración favorecen el avance del nuevo fascismo en Grecia

Los neonazis griegos son ya la tercera fuerza política en intención de voto
El líder del partido neonazi Amanecer Dorado, Nikos Mihaloliakos 


Grecia inicia 2013 del mismo modo que cerró 2012, con una crisis económica que mina progresivamente las condiciones de vida de sus ciudadanos y aumenta la popularidad de Amanecer Dorado, la organización neonazi que hoy cuenta con 18 diputados en el Parlamento heleno.
Desde que irrumpió por vez primera en la cámara griega, en las elecciones del pasado junio, con el 7% de los votos, el peso de Amanecer Dorado crece de manera alarmante. Hasta el punto de que la mayoría de las encuestas le otorgan ya una intención de voto en torno al 10%, lo que la convertiría en la tercera fuerza política del país, sólo por detrás de Nueva Democracia (ND) y de Syriza, y por delante del hundido Pasok, el partido socialista griego.
El discurso racista, populista y patriótico de Nicolaos Mijaloliakos, líder de la formación neonazi, no sólo ha calado entre una parte residual de la sociedad helena. Se asienta y conquista territorios insospechados: ciudadanos con bolsillos aún saneados, de barrios no marginales, algunos de ellos con una formación superior a la elemental.
¿Pero por qué el país que alumbró la democracia se presenta ahora como una autovía para el avance del nuevo fascismo? "Amanecer Dorado es el resultado del fracaso en la política de inmigración y, naturalmente, en parte, de la actual crisis económica", afirma Antonis Spathís, miembro de la Liga Griega por los Derechos Humanos (LGDH).
"Todo empezó cuando el anterior Gobierno del Pasok comenzó a decir que había que detener a los inmigrantes, no recibir más delincuencia, castigarlos. Desde entonces, el ascenso de Amanecer Dorado ha sido meteórico porque, cuando proyectas el miedo al inmigrante por todas partes, los ciudadanos no te pedirán protección a ti sino a gente como la de Amanecer Dorado", explica Spathís.
Grecia, la puerta de entrada a Europa
Desde que el Frontex (agencia europea para la gestión de las fronteras exteriores) asumió la vigilancia de las fronteras marítimas de España e Italia, Grecia, más que ningún otro país, pasó a ser la principal puerta de entrada a Europa para millares de personas. Los flujos de migrantes son constantes en el Evro, su frontera terrestre con Turquía, y en las islas. Provienen, sobre todo, de Asia: Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Siria...
Las cifras son poco precisas. Algunas hablan de unos 400.000 inmigrantes sin papeles en el país. La sospecha apunta a que el número de inmigrantes en suelo heleno hoy en día iguala al de parados griegos, más de un millón y medio. El Frontex confirma que unos 55.000 inmigrantes indocumentados pasaron el año pasado por la frontera greco-turca, la más "vulnerable".
"Sucede que no hay estructuras organizadas para recibir y mantener a toda esta gente. Porque, durante 20 años, el Estado estuvo ausente, no puso en práctica las políticas adecuadas", apunta Antonis Spathís. "Cuando las cosas iban bien, teníamos los Juegos y los bancos nos prestaban dinero, esto no nos parecía tan grave. Cuando la crisis hizo de catalizador, vimos cómo Amanecer Dorado entraba en el Parlamento no sólo para apalear inmigrantes sino también para expulsar a los malos políticos que votamos durante años", prosigue.
Los inmigrantes, efectivamente, son vistos por una parte de la sociedad griega como causa de algunos de los males que les acucian. "Si se marcharan todos los que hay, al día siguiente el país iría mucho mejor. La gente se sentiría más segura, los griegos volverían a hablar los unos con los otros, se generarían puestos de trabajo y se acabaría con buena parte del mercado negro", asegura Xristos, votante de Amanecer Dorado.
Xristos tiene 35 años, un trabajo estable, un salario que muchos griegos desearían (900 euros) y formación superior equivalente a la FP española. También, amigos extranjeros: ciudadanos de la Unión Europea o no europeos que echaron raíces en Grecia hace más de una década. Hasta las elecciones de mayo, siempre había votado, como su familia, a los conservadores de Nueva Democracia. En los dos últimos comicios –los de mayo y los de junio-, todos votaron a Amanecer Dorado.
"Son los únicos que no sólo hablan, sino que actúan. Y, además, cuando hablan, los entiendes; el mensaje llega a la gente", dice Xristos cuya novia y futura esposa vive en uno de los barrios en los que Amanecer Dorado ha forjado buena parte de su sorprendente éxito electoral.
El modelo Agios Panteleimonas
En el centro de Atenas, entre la plaza Attiki y la plaza Agios Panteleimonas, no muy lejos de la zona más turística de la capital griega, los neonazis hallaron el escenario perfecto para llevar a la práctica su discurso racista. En los últimos años, la zona se ha convertido en un importante gueto de inmigrantes sin papeles. Y el estraperlo, las drogas y la prostitución, en actividades habituales en la vida cotidiana del barrio.
"Efectivamente, existía un gran problema en el centro de Atenas, no lo podemos negar; y durante años, el Estado no hizo nada para gestionarlo", constata Antonis Spathís. "Hasta que los de Amanecer Dorado vinieron y empezaron a poner orden; son los únicos que hacen algo", interviene Alekos, un jubilado que ahora pasea sin problemas a Romeo, su perro, por la plaza Agios Panteleimonas.
No es que las amenazas, las palizas y las operaciones escoba de los miembros de Amanecer Dorado hayan acabado con los inmigrantes en el barrio, pero, hoy día, a primera hora de la tarde, en esta plaza, los niños –muchos de ellos extranjeros– juegan y los vecinos sacan a sus perros. Las concentraciones masivas de extranjeros han desaparecido. Las patrullas de la policía motorizada han sucedido a los neonazis y peinan la zona constantemente. Los agentes paran a todo aquel sospechoso de ser inmigrante ilegal, le piden los papeles y, a menudo, se lo llevan detenido. Pero las operaciones policiales de las autoridades han llegado tarde.
"La acción de Amanecer Dorado en Agios Panteleimonas se considera la principal clave de la transformación de un pequeño grupo marginal en un elemento político masivo que se dirige a todo el espectro electoral", escribe el periodista Dimitris Psarras, en su reciente libro 'La biblia negra de Amanecer Dorado' (Ed. Polis). Fue así como la organización, que comenzó a forjarse durante la Metapolítefsi griega –el periodo que siguió a la caída de la dictadura de los coroneles- y adoptó su actual nombre en 1980, pasó, en cuestión de pocos meses, de su residual 1,5% de votantes al actual y creciente 7%.
Enarbolando la bandera helena, poniendo en su punto de mira todo lo que consideran antigriego, apelando a la raza, la familia y la religión y despotricando contra las estranguladoras medidas del memorándum impuesto por la troika a Grecia, los neonazis de Amanecer Dorado han conseguido marcar parte de la agenda política del país, además de convencer a gente como Xristos o Alekos de que la violencia racista está justificada.
"Los partidos políticos tradicionales han perdido la legitimidad. Ninguno ha recogido las reivindicaciones de la gente, lo que se pedía en los movimientos de las plazas", apunta Makis Kavouriaris, articulista y exprofesor de economía en la Universidd de París VIII. "Por otra parte, Amanecer Dorado se dio cuenta de que el discurso racista captaba votos y se hizo presente en los barrios marginales, donde la gente está tan desesperada que no ve otra salida", añade Kavouriaris, antiguo miembro del Partido Comunista griego en el exilio.
Carne halal en 'Greciastán'
Con unas 50 oficinas en todo el país –varias en Atenas– y algunas en el extranjero (en Nueva York, por ejemplo), Amanecer Dorado recoge las peticiones de los ciudadanos para decidir en cuáles interviene directamente y cuáles lleva al Parlamento. Algunas resultan tan delirantes como la pregunta presentada recientemente en la Cámara griega sobre la venta de carne halal –la permitida para los musulmanes– en lo que la organización denomina Elladistán, es decir Greciastán. Las actuaciones directas acostumbran a ir acompañadas de amenazas y violencia (desde exigir la expulsión de un niño extranjero del colegio para que entre uno griego hasta palizas a inmigrantes). Y sus propuestas concluyen siempre con el "sólo para griegos", se trate de hospitales o de una compañía de taxis.
"A diferencia de lo que sucede en otros países de Europa, donde la extrema derecha apela a 'los puestos de trabajo que roban los extranjeros', en Grecia, la retórica racista pretende incitar el miedo que genera la exageración de la delincuencia de los extranjeros porque los trabajos que estos desempeñan son tan infravalorados que ni siquiera en plena crisis económica resultan atractivos para los nacionales", escribe Psarras.
Muy crítico con el papel de los medios de comunicación, especialmente de los canales de televisión, en el tratamiento de las cuestiones relacionadas con la inmigración y con Amanecer Dorado –Psarras denuncia la magnificación de los episodios protagonizados por inmigrantes y el pábulo dado a los neonazis–, este exredactor del diario Elefterotypia también desvela cómo algunas de las buenas acciones atribuidas a Amanecer Dorado (acompañar a las ancianas al banco para protegerlas de los delincuentes, por ejemplo) son puros montajes realizados en connivencia con familiares y amigos de miembros de la organización; difundidos a todo trapo por los medios afines al grupo liderado por Mijaloliakos y replicados luego por los demás.
Mijaloliakos, triunfador cuatro décadas después
Pese a su agresividad, la habilidad dialéctica de Mijaloliakos es incuestionable. Presente en las bambalinas de la política griega desde hace casi 40 años, este admirador confeso de Hitler ha sabido aprovechar la crisis, la desesperación de la gente y el desplome del sistema político tradicional, que pensó que Amanecer Dorado sería un fenómeno pasajero, para dar a su discurso racista y populista una pátina de veracidad.
"Es que tiene razón en lo que dice: Grecia se ha llenado de inmigrantes", asegura Xristos, un rumano asentado en Grecia desde hace casi dos décadas. Curiosamente, Xristos trabaja en una empresa de autocares que cubre la ruta Atenas-Rumanía-Chequia-Eslovaquia, situada justo al lado del cuartel general de Amanecer Dorado en la capital griega. Y calla cuando se le pregunta si comparte las ideas y el proceder de la organización neonazi. "Cada cual hace su trabajo y lo que yo sí haría es cargarme a todos los políticos corruptos que nos han robado y llevado a la ruina durante estos años. Nosotros nunca hemos tenido problemas con la gente de Amanecer Dorado: somos europeos. El problema lo tienen con los que vienen de otros sitios", concede.
Quizá no sea un detalle menor que la empresa en la que trabaja este rumano pertenezca a un griego en cuya mesa de despacho reposa una carta de una asociación de jubilados dirigida a Amanecer Dorado. Aunque tal vez sólo esté allí por el peculiar horario de funcionamiento de la oficina central de la organización: de 7 a 9 de la tarde, los martes, miércoles y sábados. Según aseguran por teléfono, tampoco cuentan con un gabinete de prensa para atender las peticiones de entrevista de los medios extranjeros.
¿Pasará el fascismo?
"La cuestión es que el juego político se ha situado ahora en la calle, entre Syriza, Amanecer Dorado y la izquierda radical", destaca el profesor Kavouriaris. "Yo creo que la extendida teoría de los extremos es errónea", matiza Antonis Spathís. "Porque, por un lado, Syriza es un partido político y, por otro, Amanecer Dorado es una organización nazi. No son lo mismo", se explica. "Pensar que tienes que ir hacia un lado o hacia el otro tiene su peligro. Lo que sí es un hecho es que en la política del país se ha instalado un retórica de extrema derecha", asevera el representante de la LGDH.
Mientras las condiciones del memorándum siguen estrangulando las condiciones de vida y las esperanzas de los griegos, el nuevo fascismo avanza sin que nadie acierte a ver dónde está su límite.
"Que el fascismo siga o no progresando dependerá de si dejan de flirtear con él aquellos que desean deshacerse de una vez por todas de la izquierda a través de Amanecer Dorado. De otro modo, puede que lo que no consiguió Ioannis Metaksás en 1936 y ni si quiera intentó Georgios Papadópoulos en 1967 lo logre ahora Nicolaos Mijaloliakos", advierte Psarrás. "Debería haber una propuesta conjunta de toda la izquierda que convenciera a la gente que tiene miedo de que hay otro modo de hacer frente al problema, de que la violencia y el racismo no mejoran la situación sino que la empeoran", concluye Spathís.
http://www.eldiario.es/internacional/Amanecer-Dorado-preocupante-fascismo-Grecia_0_86091663.html