lunes, 27 de mayo de 2013

Náufragos, ahogados, deportados, muertos y apaleados


La suerte de muchos de los inmigrantes en su última etapa del viaje migratorio de Marruecos a Melilla.

Es el caso de una de esta superviviente de un naufagio que no puede parar de llorar, y agotada, termina en el suelo. Acaba de ver el cuerpo sin vida de su marido que se encuentra en el depósito de cadáveres del hospital Hassani de Nador, Marruecos

Mientras, APDH califica de “absolutamente ilegal” la devolución a Marruecos de otra patera llegada el viernes casi al Faro de Melilla, una “expulsión de hecho” el “coger a una persona y echarla, saltándose la Ley a la torera”.


No puede parar de llorar, y agotada, termina en el suelo. Acaba de ver el cuerpo sin vida de su marido que se encuentra en el depósito de cadáveres del hospital Hassani de Nador. Consigue ponerse de pie y tranquilizarse. A su lado un hombre con los brazos en alto,-en posición de oración, tal y como marca la costumbre musulmana-, no deja de rezar. También es familiar del fallecido, y lo despide con una oración. Acompañados en todo momento por la gendarmería marroquí, y tras varias gestiones, han podido darle el último adiós. Consternados, deben mirar hacia adelante, porque han sobrevivido. Son dos de los siete subsaharianos que fueron rescatadas con vida por la Protección Civil marroquí el pasado lunes. Iban en una zodiac, al parecer junto a más de cuarenta personas, que naufragaba por la Mar Chica, una zona costera de ciento quince kilómetros cuadrados, situada en el norte de Marruecos. Esta laguna está situada a los pies de la ciudad de Nador, a pocos kilómetros al sur de Melilla.
Estos siete supervivientes, tres hombres y cuatro mujeres, han sido ingresados provisionalmente en el centro hospitalario de Nador. Nuestras fuentes nos explican que todos llegaron muy nerviosos. “Uno de ellos, estaba en estado de shock y dos de las subsaharianas que están embarazadas, llegaron muy preocupadas”, nos dicen, y nos añaden que “otra de las mujeres traía heridas en el pie”. A su delicado estado de salud se suma la vigilancia permanente a la que están sometidos, ya que hemos podido saber que en la puerta de su habitación hay siempre dos mejanis, “más otros dos que se acercan con frecuencia”, nos indican fuentes cercanas. Además nos señalan que “a algunos de estos subsaharianos, entre sonrisas, les han quitado hasta el móvil”. Aún así, tras cumplir los trámites pertinentes, a quienes lo han pedido les han permitido ver los cadáveres de los cinco hombres muertos que yacían en el depósito de esta instalación sanitaria. Algo, que aunque resulte sorprendente, no es lo habitual en este tipo de situaciones.
Pero éstas no han sido las únicas personas que han fallecido, ya que nuestros contactos nos informan de que “hay dos cuerpos más que todavía no han aparecido”, entre ellos el de un menor. “No sabemos si es de un niño o una niña”, nos aclaran, y añaden que “otras dos personas continúan en paradero desconocido”. Según nos explican, la gendarmería marroquí asegura que “nadando lograron salvarse”, sin embargo, teniendo en cuenta el estado de los inmigrantes, para otras fuentes esta versión “resulta difícil de creer”.
Un intento de entrada a España con unas consecuencias dramáticas, tal y como podemos apreciar en las fuertes imágenes publicadas por un medio de comunicación marroquí, pero que no ha tenido prácticamente repercusión en la ciudad autónoma de Melilla. Los motivos pueden ser que la patera no llegó a acercarse a la costa española y que resulta muy difícil recabar información en el país vecino. Estas razones explicarían que casi ningún medio de comunicación local se haya hecho eco de la noticia. Todo lo contrario, a nivel mediático, ha ocurrido este viernes, cuando sobre las ocho y media de la mañana una patera con diez personas ha llegado casi al Faro de Melilla. Entonces, algunos ciudadanos que vieron la zodiac, difundieron a través de las redes sociales, esta noticia.
Desde la Delegación del Gobierno, insisten en que la embarcación no llegó a Melillay que la Guardia Civil “ha actuado conforme a lo establecido en los convenios internacionales de Salvamento Marítimo”. De ahí, nos dicen desde la Administración General del Estado que los agentes españoles “hayan acudido en su auxilio y hayan comprobado que sus ocupantes se encontraban en buen estado”. Basándose en los convenios internacionales, aseguran que el rescate corresponde a Marruecos, por lo que fue el país vecino el que se hizo cargo de la zodiac.
Un argumento que según el abogado y presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH), José Alonso, “no tiene ninguna lógica”. Aclara que en este caso la embarcación estaría en España porque “desde la costa hasta los siguientes doce kilómetros esas aguas pertenecen a nuestro país”, y añade que el límite territorial ya está marcado por el espigón, “por lo que la Dársena del Puerto, el Dique Sur, el Faro, la playa de Horcas Coloradas y Aguadú se consideran Melilla”, apunta. El abogado insiste en que “más allá del dique, pues a lo mejor, se puede cuestionar”, y asombrado añade que “ningún país defiende que tiene menos aguas territoriales que los que se reconocen en los tratados internacionales”. Además, si esto es así, “¿cómo van a llevar a cabo la ampliación del puerto de Melilla?, ¿la van a realizar sobre aguas que a priori España considera que no son suyas?”, se pregunta José Alonso, refiriéndose al proyecto que contempla ampliar esta instalación.
La valla fronteriza que separa Marruecos y España se adentra en el mar. 
Por eso, asegura que el haber devuelto esta patera a Marruecos es una “expulsión de hecho”, que quiere decir, nos dice este letrado sin ningún tipo de duda, “coger a una persona y echarla, saltándose la Ley a la torera”. Añade que esta actuación es “absolutamente ilegal” porque cualquier extranjero que acceda sin documentación a España “debe ser identificado y si se comprueba que no puede permanecer en territorio español, por los motivos que sean, se emite una orden de devolución firmada por el funcionario”. Insiste en que la presencia de un letrado es imprescindible, “y si hace falta la de un intérprete”, apunta. Un procedimiento que, repite, “no se está llevando a cabo en Melilla”, por lo que “lo hemos puesto en conocimiento del Defensor del Pueblo”, nos dice. También nos recuerda que el pasado 15 de marzo una embarcación con doce personas que se encontraba a quince metros de la orilla de la Playa de los Cárabos, también fue entregada al país vecino. “Se está denunciando en los organismos competentes, ya que se está violando el derecho de extranjería, el derecho de estas personas”, y añade que “puede ocurrir que cualquiera solicite asilo o refugio y hay que tramitarlo, no se les puede expulsar”.
Apesadumbrado, el presidente de la APDH no se cansa de repetir que “estamos denunciando a ver si algún día dentro de dos, tres o cinco años, la gente no tiene que sufrir este tipo de arbitrariedades”. Califica estas “expulsiones de hecho” como “ilegalidades flagrantes” y añade que pueden ser incluso objeto de delito, “no sería extraño que el delegado del Gobierno, el teniente coronel de la Guardia Civil o el responsable que sea, se encuentre con una querella criminal por estos motivos”. Así de rotundo se muestra para dejar claro que la Ley de Extranjería debe respetarse, y que no existe ningún tratado que afecte a Ceuta y Melilla, “que prevalezca sobre esta norma”.

Apunta también José Alonso que debemos ser conscientes de que devolver una patera a Marruecos conlleva “condenar a estas personas a que les rompan los brazos y las piernas”. De hecho, hemos podido saber por fuentes cercanas a los inmigrantes que están en el Gurugú – el monte marroquí donde estas personas se refugian esperando poder pasar a la ciudad autónoma – que una persona ha fallecido en el bosque, y que incluso puede que esté enterrada. No sabemos si es la misma a la que se refería la Asociación de Prensa Marroquí (MAP) el pasado 14 de mayo. Un fallecimiento, que según este medio de comunicación, se estaba investigando y que podría estar relacionado con el salto a la valla del pasado trece de mayo. De ciento cincuenta inmigrantes que lo intentaron, sólo setenta lo consiguieron, el resto acabó entre el hospital de Nador y los campamentos del Gurugú. Estos asentamientos fueron arrasados la noche siguiente por la gendarmería marroquí que actúo con violencia y efectúo detenciones.
Pero no sólo quienes huyen de la guerra y el hambre pierden la vida en Marruecos, sino también en Melilla. Concretamente este viernes ha aparecido el cadáver de una persona cerca del puerto de la ciudad. Al parecer, se trataría de un argelino que se ha ahogado cuando se disponía a viajar como polizón en uno de los barcos que va hacia la península. Una muerte más que se suma a una lista interminable de la que no se conoce la cifra exacta, porque quienes la componen, parece que no cuentan.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Vencidxs, la memoria de María Martín


 

Mi padre me decía que nunca llorara aunque me viera con las tripas en la mano. Así hago. Aunque, tantas cosas van ya, que no sé si tirar para atrás o para adelante. Yo no creo ya ni en mí.
Mi padre se llamaba Mariano. Era labrador y ganadero. Mi madre Faustina. La llamaban “La Grifa” porque tenía el pelo rizado. El primer recuerdo que tengo de ella es el día que se la llevaron. Estábamos en casa de una vecina viendo cómo entraban los moros. Vino un señor, mandado por quien fuera, que me agarró de los hombros y me separó de mi madre para llevársela. Ya no la volví a ver hasta el 20 de septiembre, que la soltaron para que fuera a buscar mil pesetas a cambio de que no la mataran. Como no las tenía, la mataron al día siguiente. Mi hermana se enteró de cuando la llevaban a matar, y fue corriendo detrás, pero no le dejaron despedirse de ella. Un guardia civil le pegó con la culata del fusil y la tiró al suelo. Ese día mataron a 27 personas. Las cuatro mujeres fueron desnudadas. No nos permitieron recuperar la ropa.
Luego nos echaron de nuestra casa. Como estaba arrendada entraron y nos tiraron todo por el balcón. Se quedaron las cosas de la casa y los comestibles. Enseguida se hizo una aristocracia en el pueblo, y allí en el cuartel de la Guardia Civil se iban repartiendo lo de todos: una sábana para ti, otra para mí; aquí sobra una, pues un cacho para cada uno.
Mi padre no estaba en el pueblo cuando mataron a mi madre. Ellos no estaban casados en España, se habían casado en Francia. Pero cuando volvieron de allí no les querían dejar estar juntos porque decían que ese matrimonio no era válido. Mi padre les respondió que sólo se casaba una vez, y por ahí le empezaron las guerras. Lo metieron en la cárcel, lo acusaron de que había sido alcalde: ¿cómo iba a haber sido alcalde si era analfabeto? Él se dio cuenta que tenían intención de matarlo, así que con la ayuda de alguien influyente que le tenía aprecio simuló que lo habían matado. Vinieron al pueblo gritando: “Lo han matado, lo han matado” y todos nos creímos que lo habían matado. Mi madre también. Pero él se había escondido en un pueblo cercano a Ávila. Fue a partir de septiembre de 1936.
Volvió a los dos años con unos documentos que lo protegían de la muerte. Pero las palizas sí se las metían. Un día unos chavales, haciendo una travesura, le tiraron una cesta de aceitunas, y mi padre les riñó haciendo llorar a una. Pero eso lo vio un cacique e intentó pegarle, y él se defendió. Entonces llegaron quince o veinte, todos de su gremio, falangistas y amigos, y lo apalizaron. Llegó a casa y no nos quiso decir lo que le había pasado, nos dijo que había sido un accidente. Pero llamaron a la puerta y era la Guardia Civil. De la paliza que le dieron se le cayó la carne del brazo. Pues porque fue el médico y le curó, al pobre médico, otra soberana paliza. La farmacéutica nos dejaba los medicamentos escondidos por temor a represalias, pues tenía prohibido despacharnos nada. Mi hermana, con doce años, le curaba, y yo le sujetaba la palangana.
A los pocos días de aquello empezaron a saquearnos: “Pásate por el cuartel y nos llevas una carga de patatas”, que eran 115 kg o “pasado mañana una carga de leña.” Muchas veces se lo hemos llevado mi hermana y yo, ayudadas por una vecina, porque cuando él llegaba después había leña de la otra también. Haciéndolo así le evitamos algunas palizas, porque eso era cada dos por tres. Mi padre estaba siempre vigilado y no le permitían salir del pueblo. Aún así, él se callaba, pero nunca se dejaba pisar. Al defenderse, siempre le daban mucho más. Él nunca supo quien había matado a su mujer, pero sí que sospechaba que a nosotras nos hacían algo. Lo cierto es que nosotras íbamos siempre con miedo por la calle. Siempre había algo que darte. Si no era un cachete, te pasaban la mano por encima: “Algún día… No teníamos que haber dejado ni simiente.”
La primera vez que nos hicieron lo del ricino yo tenía 6 años. Nos recogieron por todas las calles y nos llevaron a la Iglesia, a rezar el rosario y cantar la Salve. Nos llevaban a rezar y “a pedir a Dios que fuéramos más buenos.” Luego nos repartieron entre el ayuntamiento, las escuelas y el cuartel de la Guardia Civil. Allí daban el aceite de ricino y las guindillas a los niños de 6 años como yo, que era la más pequeña, porque mi madre no podía ir por mí, pues ya la habían matado. A los niños nos daban medio litro de aceite de ricino con diez guindillas y a los mayores y las mujeres embarazadas, el litro entero con veinte. Una señora, que estaba embarazada, les dijo que si no les daba pena hacerle eso a niñas como nosotras, y le respondieron que si ella se tomaba su ración a nosotras no nos la daban. Se la dieron, lo de ella, lo de mi hermana y lo mío. Cuando se lo bebió le dijeron: “Tú es que no tenías bastante y querías más, pero no te apures que ellas tienen aquí lo suyo.” Aquel día estuvimos desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche.
Luego ya no nos volvieron a juntar más, nos iban llamando por separado, cada día a una persona diferente. Cuatro o cinco veces al año, o más, cuando se les antojaba. La última vez que me lo hicieron a mí fue cuando yo cumplí los 17 años. Vinieron los maquis al pueblo y ellos creyeron que yo los había visto. Esa tarde mataron a uno de los caciques del pueblo. Pero yo no vi nada, y ellos querían que les dijera que sí. ¿Cómo iba a decirles que sí si no había visto nada? Tuve que beberme el litro de ricino y tragarme veinte guindillas. Tuve que ir a las olivillas, unos olivares donde íbamos a hacer nuestras necesidades porque no había servicio, más de cuarenta veces. Iba, y antes de llegar, ya me tenía que volver. Esa noche me acosté inconsciente en la cama. Mi padre me llamaba y yo no podía contestarle.
En realidad nosotras nunca le contamos a nuestro padre lo del ricino. Él hubiera ido a por ellos, y luego lo habrían matado a él. Siempre nos protegía y nos defendía, así que lo protegimos también. Murió a los 85 años y nunca lo supo. Tampoco nunca se quiso volver a casar con otra mujer. Decía que no había ninguna que pudiera ocupar el puesto de mi madre. Siempre le poníamos flores donde la enterraron, y yo se las sigo poniendo. Tampoco he dicho nunca el nombre de los que le daban las palizas a mi padre, ni de los que nos daban el ricino y las guindillas. Los hijos de los asesinos han sido mis compañeros de escuela, y guardamos buena relación, por eso yo nunca les contaré lo que hicieron sus padres. Ellos no tienen la culpa.
Nosotras crecimos en la pobreza. Mi padre compró una cabra y me fue tirando adelante con el espumante de la leche. Cuando cumplí veinte años me marché a Madrid a servir a unos señores y a criar a sus cinco hijos. Todavía guardo buena relación con ellos. Estuve doce años. Luego volví a Pedro Bernardo y me casé, de mala gana, porque mi padre quería recogerse ya. Pero mi marido era buena persona, y a mí con eso me bastaba.
El 7 de diciembre de 1963 nació mi primera hija. Mi hermana me acompañó al hospital, en Madrid, a dar a luz, pero tuvo que marcharse a trabajar. El médico y la enfermera se miraron. Me empezaron a dar unas contracciones muy fuertes, pero la enfermera me decía que no apretara. Entonces yo hice un gesto para contener la respiración. Digo yo si la enfermera creyó que era para hacer más fuerza. Me dijo otra vez que no apretara, y me dio dos bofetadas, a dos manos. Me entraron ganas de hacerle tragar sus gafas, pero pensé: “María, que estás en sus manos y te puede hacer daño a la criatura.” Así que me contuve. Me cruzó las piernas y se sentó encima de mí. Luego vino el médico y le preguntó a la enfermera que qué pasaba. Le contestó: “Nada, éstas de pueblo, que son unas animales.” El médico dijo que el parto era inminente, pues la niña estaba perdiendo respiración. Me llevaron corriendo al quirófano y me anestesiaron. La niña nació, pero yo todavía no la he visto.
Yo tenía la confianza de que ella seguía en al incubadora con la pulsera, pero no me la enseñaban. Al final vino una monja y le exigí que me enseñara a la niña. Se santiguó. Le dije: “Ya no me digas más, pero quiero verla viva o muerta.” Me contestó que ya hacía ocho días que la habían enterrado. Y a mí me habían dejado tan maltratada de aquí abajo, que yo no supe dónde había estado en todo ese tiempo. Tampoco si alguien me visitó o no. Lo que sí sé es que una mujer andaba buscando en el hospital un bebé para adoptar, y negoció con una madre soltera que limpiaba las habitaciones, pero ella le dijo que no vendía a su bebé por nada.
El día 24 de diciembre me dieron el alta. Me cortaron los puntos, tenía todo infectado, pero como ya no tenía fiebre, me dieron el alta. Cuando salí a la calle no paraba de nevar. Desde O’Donnell hasta la Puerta de Alcalá no encontré un taxi. Cuando llegué a mi casa no había nadie, y le pedí a una vecina el dinero para pagar el taxi. Veinte años después me tuvieron que volver a operar, a cortar y a coser de nuevo. El médico me dijo que no sabía cómo podía haber tenido a más hijos, que podía haber perdido hasta las tripas.
Yo siempre he sospechado que a mi niña me la robaron, por eso pido que digáis que si hay alguna mujer que sospeche que sus padres no son sus padres, y que su nacimiento fuera en esas fechas, por favor, que se ponga en contacto conmigo.
He tenido mucho miedo toda mi vida. He pasado por muchas cosas: me han llevado en procesión a la Iglesia, me han apedreado, me han insultado desde niña. Pero un día empecé a luchar por poder sacar a mi madre del pie de la carretera donde todavía permanece enterrada. He pedido ayuda a todo el mundo, a jueces, a ministros, hasta al Rey, porque si hubiera sido la madre del Rey ya la tendría recogida. Al fiscal del Supremo, a los presidentes del gobierno.Nunca nadie me ha dado una solución. Aquí tampoco nadie se implica verdaderamente con nadie. La gente va a buscar su jornal y nada más. De mala sangre no pueden salir nunca buenas morcillas. Y, a nosotros, que no somos nada, el mundo entero nos da la espalda.
———————————————————————————————————————————————
La asociación DateCuenta lanza un crowdfunding para financiar el libro del proyecto ‘VENCIDXS’. La obra relata la historia de un centenar de testimonios que fueron represaliados durante y después de la guerra española de 1936 dando primera voz a personas anónimas que sufrieron las consecuencias del régimen franquista.
Ahora DateCuenta, que lleva cinco años trabajando en el proyecto, busca la ayuda para la edición del libro de VENCIDXS a través de la plataforma LÁNZANOS donde toda aquella persona que esté interesada en conseguir un ejemplar pueda realizar una pre-­‐compra, sin intermediarios y directo de imprenta y, además conseguir como recompensa otros materiales relacionados con la lucha social o la memoria histórica. El proyecto ‘Vencidxs’ es el primer gran proyecto de esta asociación sin ánimo de lucro, y ha sido autogestionado desde el principio. Se trata de un proyecto transmedia que difundirá los testimonios más olvidados de la historia de España en tres formatos: un libro, un documental y una página web con todas las entrevistas.

viernes, 17 de mayo de 2013

Comunicado de Movimiento contra la Intolerancia con motivo del Día Internacional contra la LGTBFobia y la Homofobia



LA VIOLENCIA HOMÓFOBA AFECTA AL 25% DE LA COMUNIDAD LGTB

Repunte del discurso de Intolerancia hacia homosexuales en Internet

Movimiento contra la Intolerancia expresa su preocupación por el informe realizado por la Agencia de Libertades Fundamentales de la Unión Europea (FRA) sobre homofobia que sitúa en un 25% las personas del colectivo LGTB que declaran haber sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser homosexuales, en los cinco años previos a la realización del estudio. Este dato surge de una encuesta realizada a 93 mil personas de la comunidad LGTB en toda la Unión Europea.

Movimiento contra la Intolerancia alerta de que el discurso de odio en sus diferentes grados, en contra del colectivo LGTB aumenta su vulnerabilidad y peligro potencial de ser víctimas de discriminación e incidentes y delitos de odio.

Movimiento contra la Intolerancia pide a las autoridades educativas de toda España que presten atención a la homofobia en las aulas. El 97% de los estudiantes de enseñanzas medias declaran que sus compañeros hacen comentarios homófobos con regularidad, lo que se puede conectar con el dato que ofrece la Federación Estatal de Lesbianas Gays y Bisexuales en su informe sobre homofobia en las aulas que afirma que los y las estudiantes de secundaria multiplican por cinco el riesgo de suicidarse con respecto a sus compañeros heterosexuales.

Movimiento contra la Intolerancia promueve en España la Campaña No al Discurso del Odio On Line que este día 17 de Mayo realiza su primera jornada de Acción. Esta campaña ha sido impulsada por el Consejo de Europa para involucrar a los jóvenes europeos en el activismo on line en contra de toda forma de intolerancia.

En el Día de Acción contra la Homofobia se proponen dos acciones concretas:
  •          Compartir este video al menos con tres personas en las redes sociales:


  • ·   Poner al menos un mensaje positivo en contra de la homofobia para contrarrestar discursos de odio e intolerancia hacia la comunidad LGTB.

martes, 14 de mayo de 2013

Humillados por Diferentes


La vida de entre 4.000 y 5.000 homosexuales quedó marcada en la España franquista por la Ley de Peligrosidad Social
Esta es la historia de personas que pagaron con cárcel y represión su orientación sexual


Estos tiempos en los que todos somos más iguales ante la ley que antes, en los que una pareja homosexual puede contraer matrimonio sin complicaciones, montar sus negocios, ascender en la mayoría de sus trabajos reconociendo su condición, juntarse en fiestas y celebraciones callejeras, levantar la bandera de sus barrios, disfrutar y reafirmar su identidad sexual en una cabalgata multitudinaria que convoca a cientos de miles de personas, no son como aquellos apenas lejanos en los que un mero gesto afeminado en público podía costar la cárcel, o una palabra con aire alocado, la humillación sin paliativos.
Estos tiempos en los que dos hombres o dos mujeres pueden andar de la mano y besarse por la calle, criar hijos, compartir tardes, comidas y Navidades con las familias contrarias, no son como aquellos en los que para buscar plan había que adentrarse en rincones lúgubres y oscuros, o a la salida de un cine esperaba camuflada la policía secreta para meterte en el calabozo, hacerte comparecer ante un juez que te consideraba un enfermo, te abroncaba y te metía seis meses en la cárcel aplicando la ley de peligrosidad social –¡vigente hasta 1995!, aunque con los artículos referentes a la homosexualidad derogados en 1979– o anteriormente la de vagos y maleantes.
Era la manera de escarmentar y de curar lo que resultaba una plaga para el régimen de Franco, un tiempo que se prolongó en el inicio de la democracia y que marcó la vida de entre 4.000 y 5.000 personas de esa condición, condenadas en cárceles de oscura memoria como Badajoz, Fuerteventura, Nanclares de la Oca, Huelva, la Modelo de Barcelona o Carabanchel, adonde iban a parar la mayoría de homosexuales arrestados por ningún motivo más allá del capricho represor imperante y en los que a veces, de manera absurda, se les dividía entre activos (Huelva) y pasivos (Badajoz). Atrocidades fijadas hoy en esos lugares con carteles conmemorativos y denunciadas por asociaciones como la de Ex-Presos Sociales, que ayuda a que las víctimas sean compensadas por el Estado.
Historias que se han contado en libros como Redada de violetas, de Arturo Arnalte, o que están a punto de ver la luz –si la financiación para terminarlo se lo permite– en documentales como Invertidos, la ley contra el deseo, de Martín Costa. Seres humanos que dejaron su inocencia, su sentido de la vida y su dignidad entre las paredes de aquellas celdas por el mero hecho de no ocultar su condición, de negarse a travestirse en la aparente normalidad sus cuerpos de hombres cuando querían ser mujeres y comenzaban a tomar hormonas, héroes de una avanzadilla que hoy contempla con mucha más naturalidad la identidad sexual en la sociedad moderna si la comparamos con países como Francia, donde los homosexuales son apaleados en la calle después de que el presidente Hollande anunciara la aprobación del matrimonio gay.
Pero es que incluso en aquellos tiempos no hemos ido muy alejados del entorno europeo. Javier Ugarte, doctor en Filosofía por la Universidad de Oviedo y estudioso del asunto, fundador de la revista Orientaciones, asegura que, en el continente, las legislaciones también eran represivas. Pero hay diferencias. “En Europa se abordaba como una cuestión psiquiátrica; aquí, por influencia de la Iglesia, se convertía en un asunto moral”. Y también social para el régimen: “En España se trataba de aplicar una represión de clase. Se penalizaba más a los solteros. Si eran casados, las penas se dulcificaban con tal de que volvieran al seno de la familia”.
.Antoni Ruiz i Saiz “Con este podéis hacer lo que os dé la gana porque es maricón”
Una mañana, con 17 años, Antoni Ruiz i Saiz se despertó, decidió afrontar su vida con franqueza y le confesó a doña Libertad, su madre, que era homosexual. Venían de una familia republicana a la que le habían transformado el oremus a base de estopa, así que la buena señora se asustó y se lo contó a su hermana. Su hermana, a su vez, se escandalizó y se lo comentó a una monja perteneciente a las legionarias de la Virgen de los Desamparados. La monja se lo chivó a la policía y una madrugada, cuatro secretas entraron a buscarle a su casa en Xirivella, a las afueras de Valencia.
La maldita cadena de miedo, desconcierto y alarma acabó con la transparente confesión íntima entre madre e hijo en la cárcel. “Con los años llegué a perdonarla. Era una mujer muy poco preparada, mi padre murió cuando yo tenía siete años, no teníamos medios para sobrevivir y si yo me iba pensó que se quedaba sin ingresos”, confiesa hoy Antoni en el mismo salón de la casa donde habló con ella.
Hoy él vive allí con David, su marido. Pero ese viaje, desde la primera salida de su domicilio rumbo a varias cárceles hasta los días felices junto a su esposo, ha sido muy largo. Cuando lo comenzó ya había muerto Franco. Era el año 1976. Pero la represión daba sus últimos coletazos.
Antoni trabajaba como pastelero. No ganaba mal, pero el curro se le terminó en cuanto un policía le echó dentro de un calabozo atestado de camioneros en huelga con un aviso: “Con este podéis hacer lo que os dé la gana porque es maricón”.
“Cualquier homosexual al que pillaran sabía lo que le esperaba dentro”, recuerda Antoni. Además, ese policía le tenía ganas. “Me dijo que me había visto muchas veces por la estación de autobuses”. El juez fue más fino. “Me indicó que me iban a mandar a una especie de colegio”.
Pero el colegio no era más que las celdas de Carabanchel y Badajoz. Allí se encontró con un cura caritativo que avisó a su familia: “¿Ustedes saben realmente dónde está su hijo…?”. Al poco tiempo salió. Pero le obligaron a quedarse a 100 kilómetros de su casa, desterrado en Dénia. En la calle se convirtió en un apestado. No recuperó su trabajo y no encontró nada nuevo. Decidió prostituirse. “Un policía me dijo que en la calle del Mar se ejercía entre hombres”. Conoció a gente muy influyente de Valencia, entre ellos algún dirigente de Falange, halló protección y cuando se enamoró de un empleado de banca decidió dejarlo.
Luego vino el trabajo. “Salí del pozo y decidí desarrollarme como persona”. Fue olvidando aquello y apechugando con sus consecuencias más íntimas. La democracia corría como un galgo a su lado. O eso creía… Hasta que en 1995, paseando por la calle de Caballeros de Valencia, dos policías municipales le paran en un control, le piden el carné y, tras comprobar sus datos, uno le dice al otro: “No tiene nada, pero ten cuidado con él, que es maricón”.
Antoni se sorprendió. “Perdone…, ¿qué dice?”. Y ellos le responden: “Si quieres saber algo más, te buscas un abogado”. Hasta esa esquina del Estado de derecho han llegado los estragos de la represión. Antoni encontró una defensa de oficio y peleó. “No paramos hasta que en 1999 se hace la ley de protección de datos y con ella se borran los archivos en los que constaban homosexuales fichados en la época en que estaba vigente la ley de peligrosidad social”. Lo celebraron a la valenciana. El Tribunal Superior de Justicia los quemó en público. “Fue una falla”, recuerda Antoni. Aquello le hizo tomar conciencia. Hoy lidera la Asociación de Ex-Presos Sociales, para no permitir el olvido de las víctimas.
Rampova: "A este hijoputa hay que meterlo en la cárcel"
Francesc Oliver se presenta una tarde ventosa de primavera por los alrededores de El Cabanyal, el barrio valenciano donde vive, y pide una copa de coñac. Le tiemblan las manos al sostenerla. De la izquierda sobresalen sus uñas largas y pintadas. Es complicado adivinar el color de sus ojos ni la destreza de su mirada porque la lleva oculta tras unas gafas de sol. Hay que quedar por la tarde. Por la mañana no está para nadie: “Todavía tomo ansiolíticos”.
A Francesc le llaman Rampova. Es su nombre artístico, el que adoptó para sus espectáculos de variedades, que mezclan el rock duro con fuerte contenido social y los bailes picantes. Artista quiso ser toda la vida. Porque le atraía la farándula y porque no le quedó más remedio desde que le apresaron por primera vez a los 14 años, un episodio que no ha olvidado ahora, a sus 56: “Yo había tenido relaciones con chicos de mi edad. Aquí, en la huerta, era muy común. Pero ese día me fui con un hombre casado”. Una rata dio la alerta. “La vi pasar y me puse a gritar tipo Psicosis”. La policía andaba por allí y los arrestó.
A él lo llevaron al calabozo y a su ligue se lo pasaron por alto, pero no se libró de la humillación. Le condujeron hasta su casa y al dejarlo allí le dijeron a su mujer: “Que sepa que su marido ha estado con una bujarrona”.
“A mí me daba igual”, dice Rampova. “Yo era la maricona del barrio”. En su casa de aire republicano no había problema. “Mi padre decía que más le valía tener un hijo como yo que un hijo cura”. Pero todavía no era consciente de lo caro que aquello se pagaba hacia 1971 en la calle. Pasó unos cuantos días en el calabozo y cuando lo presentaron ante el juez exclamó: “A este hijoputa hay que meterlo en la cárcel”.
Al ingresar en la Modelo alguien le advirtió: “Aquí más vale ser fea, porque eres invisible”. Pero Rampova no contaba con esa suerte. “A esa edad yo no tenía nada que envidiar a Greta Garbo…”, admite. Y eso no convenía si te metían en el pabellón de los invertidos, como lo llamaban. Allí trataron de curarle con electrochoques. Por la noche, los funcionarios hacían la vista gorda y dejaban pasar a los presos comunes.
Entonces llegaba lo más duro. Las violaciones. “En 30 días que estuve, no sé cuántas veces me violaron, a mí y a otros. Los había muy divinos, gente que se parecía ya a David Bowie antes de que David Bowie existiera”. El círculo de represión era perfecto. Detención en la calle, juez con reprimenda y funcionarios que te echaban a las fieras. Si no se arreglaba por las buenas, entonces por las malas.
Pero Rampova quería seguir siendo él mismo. Al salir, una amiga le advirtió: “Vete de la ciudad porque en cuanto haya una redada te van a meter preso”. Se largó a Barcelona. “A casa de mi tía, gemela de mi madre”. Allí enfermó de afición al cine. “Supe diferenciar entre cinefilia y cinefagia. Entre Ozores y la nouvelle vague”. Pero un día en que se sentó junto a alguien inapropiado en la oscuridad de una sala, volvieron a meterle preso.
“Ya sabía lo que me podía pasar. Prefería suicidarme. Le pedí a mi tía unas cuchillas, la convencí”. Pero le rescató el amor. “Me enamoré de un argentino y eso me salvó la vida”. No pudo evitar otras desgracias. “Como la muerte de Rosaura…”. Las palizas, las humillaciones, las vejaciones en grupos, quedaban registradas en los papeles oficiales como suicidios.
Eusebio Valderrama: "El patio de la cárcel parecía el día del orgullo gay"
Cosas de la vida. Eusebio Valderrama ve desde el salón de su casa la ventana de la celda donde pasó su primera condena en la cárcel de Málaga. Hoy, este bailarín tiene una calle en la ciudad donde nació. Y no es para menos.
Su obra mayor es la vida que ha llevado y lleva hoy como artista del baile retirado y escritor volcado entre la memoria y la poesía. Si el genio de Manuel Chaves Nogales viviera, dudaría entre la historia del maestro Juan Martínez, aquel bailaor que quedó atrapado en la revolución rusa y se lo contó tal cual fue, y la de Valderrama, que vivió la represión franquista, fue pintado por algún genio del siglo XX y bailó ante el sah de Persia o Sadam Husein.
“Nací en el Perché. En el colegio me gustaba jugar con las niñas. A los cuatro años ya sentí la llamada de unas castañuelas cuando mi Pepe las tocó en el piso de arriba y yo me fijé en él. Desde entonces pasamos toda la vida juntos”. Estalló la guerra y voló la niñez. “Nunca se me olvidarán las hileras de muertos, algunos con sus partes cortadas y metidas en la boca”. La muerte iba en serio. Y la vida como él la sentía, también. Convencido de su condición, se fue a Barcelona. “Allí todo estaba más permitido”.
Una vez regresó de vacaciones a Málaga y le arrestaron. “Nos habíamos sentado Pepe y yo juntos en un asiento y por eso me detuvieron. Él se escapó”. Eusebio pagó con 90 días y alguna paliza, pero no delató a su amigo. La siguiente redada fue en Madrid. Iba solo por la Gran Vía y llevaba una americana azul con botones dorados. Un policía le llamó la atención: “¿Adónde vas mariconeando por la calle con esa pinta?”.
A Carabanchel… “Allí nos obligaban a mí y a otras locas a limpiarles la celda a los presos políticos. El patio de esa cárcel parecía el Día del Orgullo Gay”. Se largó al exilio. Vivió en Francia, en Italia, en Grecia. De cada país guarda un saco de anécdotas ambientado entre los alrededores de su espectáculo de baile español. “En Atenas, unos señores muy amables nos invitaron a champán. Uno soltó: ‘Vamos a brindar por la boda de su hijo’. ¿Quién es su hijo?, pregunté. ‘Mi hijo es el príncipe y se casa mañana’, respondió el padre del rey”.
En Francia, un pintor andaluz los contrató para su cumpleaños. “Durante el espectáculo nos pintó. Al ver el dibujo no nos gustó. ‘¡Quita, qué horror!’, le dijimos”. Pablo Picasso, se llamaba. “Pero a esas alturas, ¡quién coño sabía quién era Picasso!”.
Silvia: "Me fui prostituyendo hasta que me metieron presa"
Si a Domingo, en Las Palmas de Gran Canaria, o a Juan y a Alfonso, gemelos, en Granada, cuando eran niños les hubieran preguntado a cada uno de ellos por separado qué querrían ser de mayores, habrían respondido que abogados, médicos, artistas… Pero al unísono también habrían declarado lo que finalmente consiguieron: ser mujer.
Su historia se asemeja. Y es tan cara, tan dura, que asombra. Nacer hombre en los años cuarenta o cincuenta y querer ser mujer tenía un precio. La cabezonada se pagaba con cárcel, exclusión social, humillaciones que llevar con la cabeza alta y represión. Pero se salieron con la suya. No dieron sus brazos a torcer y entre las hormonas clandestinas y el sueño de torcerle la voluntad a la naturaleza, y de paso al Dios en que a menudo creían, lo lograron. Lo que parecía una debilidad a ojos de la sociedad, con los años resulta de justicia juzgarlo por lo que realmente es: un acto heroico.
En casa de Domingo, a nadie le cabía en la cabeza que hubiese salido tan afeminado. Ni a su madre ni a sus hermanos. Era bueno en el colegio, estudiaba. “De haberme quedado, habría hecho Medicina o Derecho, pero me fui a Barcelona porque quería ser mujer”, asegura Silvia Reyes (en las imágenes de esta doble página, en su ático del Ensanche).
Allí llegó para trabajar en hostelería e ir hormonándose. Pero al ver su aspecto ya travestido, no le dieron trabajo. “Me fui prostituyendo hasta que me metieron presa”. Después salió e hizo espectáculos de strip-tease, principalmente en Suiza. Hoy mira hacia atrás jovial y sin cuentas, a gusto con su piel, en plena y espléndida madurez, pese a la dureza del viaje.
Trinidad, en cambio, con su hermana Bárbara, en Granada, no encontraba obstáculo en que su madre les dejara vestirse con sus ropas cuando se llamaban Juan y Alfonso. Empezaron a tomar hormonas desde muy pronto y llevaban tan a gala su travestismo incipiente que ni les humillaban casi por la calle más allá de las risitas.
También probaron cárcel. “Allí encontramos travestidos con tanta coquetería que se pintaban los labios con betún”, asegura. Y es que la fuerza que te invade por dentro cuando eres determinante no hay quien la pare. “Decidir ser mujer es muy serio. No vale con ponerse vestidos y andar con tacones. Una señorita debe tener modales, esté o no esté operada”, afirma Trini en su casa de Granada, poblada de retratos de ella y de Bárbara, su hermana, en la época que formaron las Dollys Sisters. “Yo he llegado a actuar hasta en Las Vegas”, dice.
Bárbara murió joven. Pero antes pasaron su temporada por la cárcel de Huelva después de unas cuantas palizas en los calabozos. “Nos rozaban en el patio, cuando entrábamos se montaba un escándalo entre aquellos presos comunes. Había de todo, criminales, terroristas, gente con unas pintas rarísimas…”. Al salir, destierro. Se fueron a Mallorca. Allí podían ser lo que quisieran. “En Granada tampoco nos afectaron muchos traumas. Cuando nos echaban en cara que actuáramos así, decíamos: ‘Federico García Lorca también era homosexual, ¿qué pasa?”.
Trinidad ha vuelto a su tierra. Un derrame le obligó a dejar el trabajo y regresar junto a su familia a ejercer de tía abuela. Lejos quedan los días en que se les atravesaban las lecheras de la policía y les detenían. Hoy se siente una señora bien respetable y rememora la infancia en la que Juan y Alfonso salían a la calle disfrazados de niños con pantalones cortos cuando su verdadero atuendo fuera el de los trajes que tomaban prestados a su madre sin que ella se los negara nunca.

lunes, 6 de mayo de 2013

¿QUIENES SOMOS?




EL CONTEXTO… 

Es un hecho la ofensiva xenófoba en toda Europa y nuestro país no está al margen del problema. Esta agitación, sin precedentes, busca conectar con un sector de la ciudadanía que recela de la inmigración, de la diversidad cultural y religiosa y de la propia construcción democrática europea. Aunque son múltiples los
factores que hacen posible la inquietud y el desencanto, no es menos importante el impacto del discurso de la intolerancia propagado en diversos espacios, esencialmente en Internet. Se observa un proceso involutivo respecto a la idea de sociedad abierta, cosmopolita y de ciudadanía mundial que debería  acompañar a una globalización congruente con la democracia y la universalidad de los Derechos Humanos.Y es en momentos difíciles, en momentos de incertidumbre, cuando se aprecia peligrosa la xenofobia por afectar a los derechos de los inmigrantes, de las minorías étnicas y sociales, y al desarrollo de la convivencia democrática. Una xenofobia que nunca será democrática aunque lo votase la mayoría social. Esta lacra no ha surgido de forma espontanea y de repente. En España a comienzos de los 90, la
agitación de la intolerancia neofascista fue el hábitat de odio donde se incubaron agresiones y crímenes de inmigrantes, jóvenes antirracistas, personas sin hogar y otras personas que fueron seleccionadas desde el fanatismo violento. En la actualidad vivimos nuevamente una ofensiva antidemocrática en toda Europa que
tiene su continuación en acciones directas, con numerosos delitos de odio, al servicio de una estrategia que ataca directamente a la cohesión democrática y a la convivencia integradora de la diversidad, mediante un uso perverso de cualquier conflictividad social generada a partir del fenómeno de la inmigración, del
pluralismo religioso y de la diversidad social o cultural. Es en ese contexto histórico donde surge Movimiento contra la Intolerancia.

¿QUIENES SOMOS? 

Somos una asociación plural, autónoma, abierta y participativa que trabaja contra la Intolerancia, el Racismo y la Violencia, en esencia, una apuesta por la Solidaridad, la Convivencia Democrática, la Tolerancia y la defensa de los Derechos Humanos. Creada en 1992, a raíz del crimen racista que acabó con la vida de Lucrecia Pérez, tuvimos como Presidenta de honor a Violeta Friedman, superviviente de Auschwitz, trabajando intensamente por: Movimiento contra la Intolerancia durante los últimos años ha realizado actividades encaminadas a promover la participación ciudadana e impulsar la movilización social en defensa de los valores democráticos, la tolerancia, solidaridad y derechos humanos frente a toda manifestación de violencia, racismo, xenofobia y otras expresiones de intolerancia.


"Apostamos por un compromiso moral, activo, con valentía cívica, por construir una cultura de Tolerancia, Solidaridad y Derechos Humanos; por levantar un frente social que no deje resquicios al fanatismo y a la violencia; por erradicar la intolerancia de la faz de la Tierra."
Esteban Ibarra. 
Presidente Movimiento contra la Intolerancia


En nuestras memorias se recogen actividades generales programadas y previstas, lógicamente en función de los propios acontecimientos de violencia, racismo e intolerancia que se han producido en nuestra sociedad. No obstante las actividades realizadas se han centrado fundamentalmente en los siguientes temas:

1. Actividades Escolares y Talleres por la Convivencia y Tolerancia 
2. Oficina de Solidaridad con las Víctimas del odio, la violencia y el racismo. 
3. Informe RAXEN (Racismo, xenofobia, antisemitismo, islamofobia, neofascismo, homofobia e 
intolerancia a través de los hechos) 
4. Cuadernos de Análisis para la Convivencia Democrática e Intercultural. 
5. Edición de Libros y Materiales Didácticos 
6. Producción Audiovisual y Campaña “Rap contra el Racismo” 
7. Sitios Web y actividad On-Line contra la Intolerancia. 
8. Redes de ONG y Red Europea “STOP HATE CRIME” 
9. Formación de Voluntariado para la Tolerancia y los Derechos Humanos. 
10. Foros y Actividades de sensibilización frente al racismo, la intolerancia y de educación en 
valores. 

1.-Actividades Escolares de Sensibilización y Talleres por la Convivencia y Tolerancia 

Este programa consiste en la realización de 1.500 actividades, entre Jornadas Escolares de sensibilización preventiva y Talleres por la Convivencia y Tolerancia, distribuidos en más UN MILLAR DE CENTROS EDUCATIVOS en toda España, de prevención del racismo la violencia, la intolerancia y promoción de valores de tolerancia, interculturalidad y derechos humanos. Participan anualmente de manera directa 30.000 jóvenes de Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Es el programa de prevención más antiguo y EXTENSO que existe en España surgido a raíz del crecimiento de conductas racistas por parte de jóvenes relacionados con organizaciones neonazis que tuvieron su eclosión a raíz del asesinato de la inmigrante dominicana negra, Lucrecia Pérez. Estas actividades son muy demandadas por los centros
educativos dado su gran proyección en valores de tolerancia y derechos humanos.
Materiales Didacticos 

Así como realizando Exposiciones didácticas de difusión escolar y ciudadana como “El Mapa de la 
Intolerancia”, “Los Derechos de la Infancia” y “Juntos contra la Intolerancia”.

2.-Oficina de Solidaridad con las Víctimas de Odio y Discriminación. 

Desde la Oficina de Solidaridad con las Víctimas de Odio y Discriminación se han desarrollados diversas
actuaciones:

• Atención personal, apoyo, acompañamiento en primeras diligencias, así como orientación jurídica a
las víctimas, individual y general.
• Personación como Acusación Popular en apoyo a Víctimas. 
• Servicio atención mediante el TELÉFONO DE LA VICTIMA
• Servicios de denuncias en Internet y redes sociales frente a la incitación al odio
• Acción permanente de difusión de la OFICINA DE SOLIDARIDAD y el TELÉFONO DE LA
VICTIMA. Difusión de Guías, trípticos, cartas, correos electrónicos dirigida a centros de inmigrantes
y ámbitos relacionados con el problema.
• Información, sensibilización y asesoramiento a ONG e interesados.
• Edición de materiales específicos de solidaridad con la víctima.

Movimiento contra la Intolerancia se ha personado como acusación popular en casos muy graves como el asesinato del menor negro Dnombele, el del seguidor donostiarra Aitor Zabaleta o el de el indigente Antonio Micol, así como frente a las organizaciones neonazis internacionales “Hammerskin” y “Blood
and Honnour”, entre otros.

1.-Lineas de Actividades. En el marco del programa se han desarrollado diversas actuaciones:

1.1 Situaciones de Violación de IGUALDAD DE TRATO (inmigrantes, gitanos..)
1.2 Atención y denuncias de grupos violentos, racistas, neonazis y otros.
1.3 Visitas e inspección ocular en las localidades
1.4 Orientación Jurídica hacia víctimas en general.
1.5 Denuncias web racistas y neonazis. 
1.6 Orientación a padres para recuperación de menores violentos y racistas.
1.7 Presuntos malos tratos de vigilantes de seguridad y abusos policiales.
1.8 Otros casos de discriminación y agresiones atendidos.
1.9 Seguimiento, atención y personación de casos originados en años anteriores.

2.-Servicio de atención mediante el TELÉFONO DE LA VICTIMA a las víctimas del racismo, la 
xenofobia y la violencia de odio e intolerancia 

3.- Acción permanente de difusión de la Oficina de Solidaridad y el Teléfono de la Víctima 

4.- Información, sensibilización y asesoramiento a ONGs de asesoramiento y otros interesados que
trabajan con colectivos víctimas de la xenofobia, de la violencia de odio y la intolerancia criminal.

5.- Edición de materiales específicos de solidaridad con la víctima. 


(3.4.5).-Informe RAXEN. Cuadernos de Análisis. Materiales Didácticos 

El Informe RAXEN recoge noticias y situaciones de discriminación, agresiones y violencia, geografía de conflicto, seguimiento de publicaciones racistas, manifestaciones xenofobas en el ámbito de la cultura, deporte y sociedad, en Internet, conflictos escolares... y en todos aquellos ámbitos que tienen que ver con la intolerancia y el racismo, en una búsqueda de datos en el que participa el tejido asociativo del Movimiento
contra la Intolerancia.

Este Informe responde a una necesidad objetiva para acercarnos a la realidad de los hechos de racismo, xenofobia, antisemitismo, islamofobia, neofascismo, homofobia y otras manifestaciones de intolerancia, permitiendo conocer en proximidad y alcance territorial unos datos muy útiles para profesores, asociaciones,
políticos y personas preocupadas por esta problemática. Responde a su vez a diversos mandatos de las Instituciones Europeas sobre la publicación de datos sobre delitos de odio y discurso de intolerancia
referidos y persigue la sensibilización de la sociedad de acogida e instituciones en defensa de los valores democráticos.

Los Cuadernos de Análisis recogen estudios, informes, documentos especialmente internacionales, analizan normativas, campañas y difunden un discurso de vanguardia e innovador en la lucha contra el racismo y la intolerancia , así como en valores y en defensa de las víctimas de los Crímenes de Odio. Muy valorados en instituciones, educadores, ONG, centros de documentación, Facultades de Derecho, Trabajo Social, Educación Social e investigadores y personas interesadas.

Los Materiales Didácticos, compilan materiales temáticos y están orientados a facilitar documentación de interés para animadores culturales, profesores, concejales, periodistas, personas solidarias... de forma que sean instrumentos didácticos que les permitan abordar con solvencia esta temática. Para su realización se realiza un proceso de búsqueda de documentación, estudio, contraste, análisis hasta su definitiva edición.


6.-Producción Audiovisual y Campaña “Rap contra el Racismo” 

La Producción Audiovisual de Movimiento contra la Intolerancia ha sido intensa en los últimos años editando y difundiendo vídeos sobre las víctimas de los crímenes de odio, la lucha contra la intolerancia, las mentiras de la xenofobia, el racismo en internet, la música del odio, la violencia ultra en el fútbol entre otros, así como mediante la realización de vídeo-forum en las ciudades donde la entidad realiza habitualmente sus actuaciones.

La campaña “Rap contra el Racismo” es una campaña de sensibilización escolar y juvenil para combatir este peligroso problema. Su eje es una canción y un videoclip que cuenta con la colaboración desinteresada de varios de los artistas más granados de la escena del rap en nuestro país, Un himno necesario que ha
conseguido unir por primera vez a las espadas más importantes del rap español (El Chojin, Locus y Nerviozzo de Dúo Kie, Gitano Antón y El Langui de Excepción, Nach, Lírico, Kase O y Sho-Hai
de Violadores del Verso, Xhelazz, Titó y El Santo de Falsalarma, Zatu de SFDK y Ose). Más de 15 millones de visitas se han producido al vídeo clip de la Campaña hasta abril de 2013, procedente sobre todo del mundo hispano. La campaña ha recibido el Premio INJUVE 2012 a la comunicación juvenil.


7.-Sitios Web y actividad On-Line contra la Intolerancia. 

El despliegue de actividad de Movimiento contra la Intolerancia en Internet es de una gran envergadura, no solo su sitio oficial web, tanto en Blogs como en webs especializadas como Inforaxen o en las redes sociales Facebook, twiter y en otros espacios, el trabajo contra el racismo y la intolerancia es bastante intenso.

8.- Redes de ONG y Red Europea “STOP HATE CRIME”

El fanatismo, la intolerancia y el odio hacia el diferente y hacia la sociedad democrática crece en todos los países europeos. El proyecto “Stop a los Crímenes de Odio en Europa” presentado por Movimiento contra la Intolerancia en el Programa “Justicia Penal” fue aprobado y apoyado por la Dirección General de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión Europea y ha contado como asociados con la colaboración de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la Unión Progresista de Fiscales (UPF), The Police College of Finland y la Associação Portuguesa de Apoio à Vítima. Un proyecto que ha estudiado instrumentos jurídicos en Europa, elaborado un Protocolo de protección y atención a las víctimas de delitos de odio e identificado buenas prácticas, además de crear una Base de Datos On-Line con
sentencias jurídicas y el comienzo de una Red Europea contra los Crímenes de Odio.

Movimiento contra la Intolerancia es miembro, participa y colabora con: 

- Consejo para Igualdad de Trato y No Discriminación,
- Observatorio de la Violencia y el Racismo en el Deporte,
- Observatorio del Racismo y la Intolerancia en la Comunidad de Madrid
- Plataforma del Voluntariado de España y otras plataformas locales.
- Red Cívica contra el antisemitismo y
- Plataforma contra la Islamofobia.
- Consejos de Juventud.
- Red ENAR Europa.
- United against Racism.
- Red Europea contra los Crímenes de Odio

Participación en Organismo Internacionales

En actividades, informes y conferencias internacionales de la ONU, OSCE, ECRI-Consejo de Europa y
FRA-Unión Europea.

9.-Formación Permanente de Voluntariado en Tolerancia y Derechos Humanos. 

Esta Línea de actividades tiene como objetivo promover un VOLUNTARIADO JUVENIL Y CIUDADANO activo y comprometido para la Solidaridad, la Tolerancia, la Interculturalidad y los Derechos Humanos frente al racismo, la xenofobia, la violencia y otras manifestaciones de Intolerancia. El desarrollo de manifestaciones de intolerancia, especialmente de violencia urbana juvenil, hace necesario estimular la participación de jóvenes que desde un voluntariado comprometido y activo intervenga en aquellos espacios que supongan una actuación de compromiso democrático frente a conductas contrarias a la convivencia y a la aceptación de la diversidad, realizándose Seminarios y Conferencias de Formación de Voluntariado en las principales ciudades españolas.

10.-Actividades de sensibilización frente al racismo y la intolerancia. 

Movimiento contra la Intolerancia realiza anualmente actividades en torno al calendario de días solidarios señalado por Naciones Unidas. El crecimiento y desarrollo de actitudes y conductas de intolerancia en sus graves manifestaciones de violencia, conductas antisociales, racismo y discriminación, especialmente en sectores juveniles donde la manipulación y sobre los problemas que les afectan, convierte este escenario en un tema de preocupación que exige cuando menos intervenir a dos niveles: PREVENTIVO y de
SOLIDARIDAD. Para ello hemos realizado una difusión masiva de valores de Tolerancia, Solidaridad, Convivencia e Interculturalidad y potenciando un voluntariado social y juvenil, es decir, promoviendo un compromiso y una participación activa de los jóvenes. Procedemos reseñar sintéticamente actuaciones realizadas en torno a fechas significativas de conciencia social en torno a las que se han realizado centenares de actuaciones de sensibilización:

27 de Enero. Día Mundial de la Memoria del Holocausto y de las Víctimas del Genocidio 
30 de Enero. Día Escolar de la No violencia y la Paz. Actuaciones en centros educativos.
8 de marzo. Día internacional de la Mujer. Actividades en centros de enseñanza sobre la
necesidad de la educación para la prevención de la violencia de género.
21 de marzo. Día internacional contra el Racismo. Actuaciones en un centenar de centros
educativos, sociales y culturales.
8 de abril. Día internacional del Pueblo Gitano. Actuaciones de centros educativos y de
formación profesional.
28 de Junio. Día del Ogullo Gay. Apoyo a las movilizaciones por los derechos de los
homosexuales.
9 de Noviembre. Cristal Nach. Actuaciones en un centros educativos y de formación profesional.
16 de Noviembre. Día Mundial de la Tolerancia. Actuaciones en un centenar de centros
educativos y de formación profesional.
10 de Diciembre. Día internacional de los Derechos Humanos. Actuaciones en centros educativos
y de formación profesional.

Con actividades informativas y distribución de materiales de sensibilización en torno a las fechas señaladas en las ciudades donde habitualmente la asociación realiza sus actividades, en universidades, plazas públicas etc.


Participación en Medios de Comunicación y colaboración con las Instituciones en España 

Otra línea de actuación ha sido la movilización social y de la opinión pública a través de los Medios de Comunicación, contra el terrorismo y la intolerancia, habiéndose caracterizado la presencia mediática del Movimiento contra la Intolerancia, por su permanencia y amplitud. De igual manera la colaboración con las
instituciones democráticas se concretado en numerosas ocasiones, destacando en la Ley contra el Racismo, la Violencia y la Intolerancia en el Deporte, en la Estrategia Integral contra el Racismo del Gobierno de España y con el OBERAXE en el proyecto FIRIR, formación de fuerzas y cuerpos de seguridad en identificación de incidentes racistas.

Reconocimientos obtenidos por Movimiento contra la Intolerancia

2013. Distinción Bandera de Andalucía. Reconocimiento de la Junta de Andalucía 
2012. Premio INJUVE a la Comunicación Intercultural. 
2012. Premio del Ayuntamiento Málaga Solidaria. 
2011. Premio Gitano Enrique Maya. 
2010. Reconocimiento Asociación Española de Transexuales. 
2010. Premio Islam y Convivencia de las organizaciones Musulmanas en España. 
2009. Premio Educar en Igualdad de Género. Generalitat Valenciana. 
2008. Reconocimiento del Instituto Nacional de Educación Física. 
2007. Premio de Asociaciones Marroquíes en España. 
2006. Galardón de Juventud de la Comunidad de Madrid. 
2005. Galardón de la Escuela Deportiva La Mancha. 
2004. Galardón de Medios de Comunicación. 
2003. Premio COLEGAS de Andalucía. 
2002. Premio Valenciano a la Solidaridad y Voluntariado. 
2001. Mención de Honor de la Policía Municipal de Zaragoza. 
2001. Premio Andalucía Joven. Instituto Andaluz de la Juventud. 
2000. Premio COLEGAS Andalucía. 
2000. Placa de Mérito de las Organizaciones Empresariales de la Comunidad de Madrid. 
1999. Cruz de la Orden Isabel La Católica. Ministerio de Asuntos Exteriores. 
1998. Premio "Rosa Rosa" de LYGA. 
1998. Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid. 
1997. Cruz de Plata de la Orden Civil de la Solidaridad Social. Ministerio de Asuntos Sociales. 
1996. Reconocimiento de la Junta de Andalucía. 
1996. Medalla de Oro a la Tolerancia y la Convivencia de la Comunidad de Madrid. 
1995. Reconocimiento del Ministerio de Asuntos Sociales. 
1994. Premio a la Solidaridad entre los Pueblos. 
1993. Premio Nacional a la Convivencia. Fundación Manuel Broseta. 

 Mayo, 2013 

http://www.movimientocontralaintolerancia.com/